Después de una larga investigación sobre ellos, dos nuevos fósiles descubiertos en Kenia aportan datos frescos sobre un periodo muy importante pero poco conocido de la prehistoria humana, el de los comienzos de nuestro propio género, Homo. Estos fósiles fueron descubiertos por un grupo internacional de científicos dirigido por las paleontólogas Meave Leakey y la hija de ésta, Louise, bajo los auspicios de los Museos Nacionales de Kenia.
(NC&T) La evolución humana de los últimos dos millones de años es presentada a menudo como una sucesión lineal de tres especies; del Homo habilis al Homo erectus, y de éste a nosotros, los Homo sapiens. De estas tres, el Homo erectus es usualmente considerada el primer ancestro humano, que se parece a nosotros en muchos sentidos, pero con un cerebro más pequeño. Los nuevos fósiles son importantes porque tanto su edad geológica relativa como sus atributos físicos, desafían directamente dichas suposiciones sobre nuestros ancestros humanos. Uno de los dos fósiles, un hueso de la mandíbula superior de un Homo habilis (KNM-ER 42703), que data de 1,44 millones de años atrás, es el más reciente de los fósiles conocidos de esa especie. Este superviviente tardío demuestra que el Homo habilis y el Homo erectus compartieron sus vidas en África oriental durante casi medio millón de años.  | | (Meave Leakey y otros paleontólogos trabajando sobre el cráneo KNM-ER 42700.) (Foto: Copyright Koobi Fora Research Project; L.N. Leakey) | |
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"Su coexistencia hace improbable que el Homo erectus evolucionara del Homo habilis", argumenta Meave Leakey, coautora del estudio. En vez de eso, ambas especies tuvieron que haberse originado hace entre dos y tres millones de años, una época de la cual se conocen muy pocos fósiles humanos. "El hecho de que permanecieran separadas como especies individuales durante un largo tiempo, sugiere que tuvieron cada una su propio nicho ecológico y, por tanto, evitaron la competencia directa". El segundo fósil (KNM-ER 42700), hallado en la misma región del norte de Kenia, es un cráneo de Homo erectus exquisitamente conservado, que data de hace 1,55 millones de años aproximadamente. "Lo que realmente impacta de este fósil es su tamaño", explica Fred Spoor, otro de los autores principales de la investigación. "Es el Homo erectus más pequeño encontrado hasta ahora en todo el mundo". Es significativo el hecho de que la variación en tamaño de los fósiles de Homo erectus en África oriental, desde el pequeño cráneo nuevo hasta un espécimen mayor descubierto tiempo atrás en la Garganta de Olduvai, en la vecina Tanzania, casi rivaliza con la mostrada por los gorilas modernos. "Los gorilas macho son mucho mayores que las hembras, y este dimorfismo sexual se relaciona con su estrategia para tener múltiples compañeras", señala la coautora Susan Antón. "El nuevo fósil de Kenia sugiere que, contrariamente a la creencia común, también debe haber sucedido así con el Homo erectus". Debido a que se considera que un gran dimorfismo sexual es un rasgo muy primitivo en la evolución humana, ese nuevo descubrimiento de un cráneo diminuto implica que el Homo erectus no era tan parecido a los humanos como se creía. |
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