Según unos científicos de la Universidad de Stanford, la energía del viento, considerada durante mucho tiempo tan inestable como el propio viento, puede acondicionarse para que se convierta en una fuente estable y fiable de electricidad, que se suministre a los usuarios con un coste mucho más bajo que el actual. La esencia de esta estrategia es conectar los parques eólicos de una zona dada con líneas de transmisión eléctrica, y de esa forma combinar las aportaciones eléctricas de todas las estaciones generadoras en una sola fuente de energía.
(NC&T) El viento es la fuente de energía eléctrica de mayor crecimiento a escala mundial. Sin embargo, por su intermitencia no se emplea para suministrar potencia eléctrica base en la actualidad. La potencia base es la cantidad estable y fiable de energía eléctrica que se produce ininterrumpidamente en las plantas generadoras, con independencia de la demanda eléctrica. Pero la interconexión de las estaciones eólicas mediante una red de suministro reduce los altibajos causados por la variabilidad del viento y hace que una porción significativa de su energía sea una fuente tan consistente como la empleada en las centrales que se alimentan con carbón u otros combustibles comunes. "Los resultados de este estudio implican que si la energía eólica suministrada por parques eólicos interconectados se usa a gran escala, una tercera parte o más puede emplearse en la producción estable de energía eléctrica. Y la porción inestable que quedaría, puede usarse en transporte. Ello permitiría que el viento solucionara problemas relacionados con la energía, la contaminación atmosférica y el clima de forma simultánea", explica Cristina Archer, autora principal del estudio, profesora del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental de la Universidad de Stanford, e investigadora del Departamento de Ecología global del Instituto Carnegie.
 | | (Parque eólico marítimo.) (Foto: Sandia Labs) | |
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Es algo así como tener un montón de hámsteres generando la energía de una casa, cada uno aislado en su jaula con su rueda de molino. En un momento dado, algunos estarán comiendo o durmiendo, pero otros estarán corriendo sobre su rueda de molino. Si hubiera un solo hámster, su rueda estaría girando o no, lo cual significaría que la producción de energía estaría activada o desactivada. Con dos hámsteres serían mayores las probabilidades de que uno estuviera en la rueda en determinado momento, y, por tanto, las posibilidades de que, por ejemplo, la licuadora funcione. Si reunimos a un número suficiente de hámsteres, tendremos buenas probabilidades de que por lo menos algunos siempre estén en la rueda generando vatios. La producción combinada de todos los hámsteres variará dependiendo de cuántos se encuentren en la rueda en determinado momento, pero siempre se generará cierto nivel de energía, incluso cuando diferentes hámsteres se suban o se bajen de sus respectivas ruedas. Esa es la potencia base, o capacidad garantizable de suministro eléctrico. Las estaciones eólicas conectadas funcionarían del mismo modo. "La idea es que cuando la velocidad del viento disminuye en un determinado lugar, ésta puede aumentar en otros. Al enlazar todas esas ubicaciones podemos suavizar las diferencias y mejorar sustancialmente el rendimiento promedio", explica Archer. |
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