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Dos tipos de carbono son necesarios para que los corales sobrevivan al blanqueo
 
 


La capacidad de los arrecifes coralinos para soportar los daños crecientes causados por el calentamiento marino, paralelo al calentamiento global, depende de cuánto pueden comer los pequeños pólipos coralinos, y de cuán sanas logran mantener a las algas microscópicas que viven dentro de sus cuerpos.

(NC&T) Una nueva investigación sobre uno de los ecosistemas más fértiles y amenazados de la Tierra, puede hacer que los científicos dejen de pensar en esta asociación simbiótica como una mera relación casero-inquilino, en la que los pólipos son sólo los propietarios de la vivienda de las algas, y pasen a asumir que estas pequeñas criaturas en realidad alimentan a sus algas.

La investigación se centra sobre el papel clave que desempeña el carbono en la recuperación de los arrecifes coralinos dañados.

Andrea Grottoli, profesora de ciencias geológicas de la Universidad Estatal de Ohio, ha dedicado los últimos 14 años a estudiar dos formas comunes de coral que pueblan los arrecifes cercanos al Instituto de Biología Marina de Hawai.

Hace dos años, Grottoli anunció que uno de los corales que ella examinaba, el Montipora capitata, era capaz de recuperarse rápidamente de los efectos del blanqueo porque elevaba su velocidad de alimentación, hasta cinco veces más que la alcanzada por otra especie de coral, el Porites compressa.

Esta glotona estrategia permite al Montipora sobrevivir a los daños a largo plazo que sufren los corales cuando la temperatura oceánica se eleva más allá de los estrechos márgenes de temperatura soportables (4-6 grados Celsius), daños a los cuales el Porites, por ejemplo, no logra sobrevivir.

En aquellos experimentos, no quedó claro cómo los corales empleaban para su supervivencia el carbono obtenido a través de su alimentación.

Los corales obtienen el carbono en dos formas, a través de la fotosíntesis (por las algas que viven en sus cuerpos) o alimentándose del zooplancton que compone su dieta.

En tanto que los corales pueden obtener todo el carbono que necesitan de la fotosíntesis de las algas, todavía cubren parte de sus necesidades a través de la alimentación normal.

Pero cuando la temperatura del mar se eleva, los corales, o bien expelen las algas de su interior, o estas algas pierden los pigmentos esenciales para que la fotosíntesis suministre el tan necesario carbono. Sin las algas, los corales adquieren un color blanquecino, por lo que a este efecto, que representa una seria amenaza para estas criaturas, se le conoce como "blanqueo coralino". Un blanqueo prolongado puede conducir a la muerte del coral.

Grottoli deseaba determinar con exactitud cómo el coral obtenía el carbono, y luego, cómo lo empleaba para sobrevivir. Ella colocó muestras de corales sanos y blanqueados de ambas especies en tanques acuáticos que simulaban las condiciones oceánicas actuales. En una serie de experimentos, bombeó agua marina con un contenido más elevado que lo normal de un isótopo del carbono, el carbono 13. En otra tanda de experimentos, alimentó a los corales con zooplancton que había sido enriquecido en este mismo isótopo de carbono.

Los experimentos mostraron, como se esperaba, que los corales sanos habían absorbido mucho más carbono marcado (carbono 13) que los blanqueados. Pero los investigadores también pudieron observar que en el coral sano, el carbono fue transferido a las algas donde se empleó para la fotosíntesis, y terminó al final atrapado en el esqueleto de los pólipos. De esta manera, se constató que los corales están empleando el carbono fotosintético para la calcificación, y para cubrir sus necesidades metabólicas regulares.

El carbono consumido en la alimentación, sin embargo, no acaba en el esqueleto. En vez de eso, termina en el tejido del pólipo de coral o dentro del alga. A juzgar por las muestras de corales blanqueados, el coral está suministrando carbono a las algas.

Esto sugiere que hay un grado mucho más estrecho de colaboración entre el coral y las algas de lo que se había creído hasta ahora. Una vez que el coral obtiene el carbono procedente de la alimentación, lo almacena, empleándolo para el crecimiento de tejidos y como reserva de energía, y cuando está blanqueado, para alimentar a las algas.

https://researchnews.osu.edu/archive/coralcarbn.htm


Lunes, 21 Abril, 2008 - 12:01
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