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La ciencia es como la tierra; solo se puede poseer un poco de ella,
François Marie Arouet(Voltaire – 1694-1778). Escritor y filósofo francés. | Contacto |
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| El circuito cerebral del placer responde a la comida rica en calorías, no solo al sabor dulce | | | |
Unos investigadores del Centro Médico de la Universidad Duke han descubierto que el cerebro puede responder al contenido calórico de los alimentos, aún en ausencia del sabor. Su hallazgo acerca del sistema cerebral de recompensa de la dopamina puede ayudar a esclarecer el por qué tantas personas que consumen refrescos bajos en calorías siguen aumentando de peso.
(NC&T) Una falta de concordancia entre sabor dulce artificial y contenido calórico cero puede conducir a cierto efecto de rebote alimentario que puede ser explicado en parte a través de estos resultados; el cerebro está conformado de manera que responda tanto al contenido calórico como al sabor dulce.
Desde hace años, los científicos saben que cuando los mamíferos, entre estos los humanos, prueban alimentos dulces, se incrementan los niveles de dopamina en el estriado ventral, una región cerebral relacionada con la recompensa y la reafirmación. Se conocen bastante bien las rutas neuronales de la palatabilidad (la capacidad que un alimento posee de hacernos desear comerlo y disfrutar de él) a medida que el alimento es consumido. Con este nuevo conjunto de experimentos, el equipo de la Universidad Duke estudió la respuesta cerebral a los alimentos después de su ingestión.
Empleando como modelos de experimentación a ratones privados de los receptores del sabor dulce, los investigadores estudiaron su comportamiento así como sus respuestas neuronales.
Los ratones que eran incapaces de percibir el sabor dulce, ya fuese en azúcar auténtico (sacarosa) o en edulcorantes artificiales (sucralosa) desarrollaron preferencias hacia el azúcar real, pero no hacia el edulcorante artificial. Los ratones con receptores del sabor normales también desarrollaron el mismo tipo de preferencias.
"El hecho de que los animales privados de la percepción del sabor dulce sean condicionados sólo por la sacarosa, demuestra que son capaces de detectar este azúcar por su contenido calórico, y modifican en consecuencia su comportamiento para obtener esa recompensa, con independencia de lo que señalen los receptores del gusto", explica Albino Oliveira-Maia, del Departamento de Neurobiología de la Universidad Duke, y de la Universidad de Porto en Portugal.
Los investigadores también encontraron diferencias significativas en los niveles de dopamina durante la alimentación, con independencia de la capacidad de saborear los alimentos. Los ratones normales mostraron una elevación en los niveles de dopamina cuando engullían la solución con edulcorante artificial, indicando la palatabilidad aún en ausencia de contenido calórico. Los ratones sin sensibilidad al sabor dulce liberaban dopamina sólo cuando deglutían la sacarosa, aunque no fueran capaces de hallar diferencias entre el sabor de la solución azucarada y el del agua sola. Ello confirmó que la dopamina puede ser liberada en el estriado ventral tanto por el sabor dulce como por el contenido calórico.
Esto puede significar que el papel de la transmisión de la dopamina (el principio del placer) en la alimentación compulsiva y en la obesidad puede no estar restringido sólo al sabor. La señalización de la dopamina también puede influenciar el comportamiento al indicar el valor calórico de un alimento.
Los autores también han demostrado que las neuronas en la misma área del cerebro tienen respuestas significativamente mayores cuando los ratones privados de la percepción del sabor dulce estaban consumiendo sacarosa, en comparación con las veces en que consumían la solución de sucralosa.
https://www.dukemednews.org/news/article.php?id=10267
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Jueves, 15 Mayo, 2008 - 10:37 |
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