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Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas,

Louis Pasteur(1822-1895).
Químico y bacteriólogo francés.
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Los primates diminutos no gastan mas energía al trepar que al andar
 
 


Unos investigadores de la Universidad Duke han descubierto que los primates más pequeños no gastan más energía al trepar que al andar. Este sorprendente descubrimiento podría explicar la frontera evolutiva que animó a los pequeños ancestros de los monos y humanos modernos, a trepar a los árboles hace 65 millones de años y a permanecer en ellos.

(NC&T) Los investigadores compararon la energía consumida por 5 especies diferentes de primates mientras sorteaban cintas móviles horizontales o verticales.

Se pensaba que para todos los animales trepar supondría un gasto energético mayor que caminar. De ahí lo inesperado de este descubrimiento, pues durante mucho tiempo se había creído que era mucho más costosa la ascensión.

La investigadora Jandy Hanna, actualmente en la Escuela de Medicina Osteopática de Virginia Occidental, en Lewisburg, tuvo que diseñar y construir una nueva cinta móvil para trepar, consistente a grandes rasgos en un lazo de soga alrededor de dos poleas, para medir el esfuerzo de los animales. Cuando los animales se movían a su velocidad máxima sostenible, los sensores registraban los cambios en el nivel de oxígeno dentro de una cámara para medir el consumo energético de los primates.

Aunque trepar no significaba un reto mayor para los primates más pesados que para los más ligeros, el costo energético de caminar disminuía con el aumento de tamaño. Por tanto, las especies que pesaban más de medio kilogramo podían sentirse más motivadas a caminar que a trepar. Pero para las de menor peso, no existía diferencia alguna.

La idea más común es que la transición hacia la vida en los árboles fue una contribución en el camino hacia los primates modernos y a nuestra forma bípeda de caminar.

Los científicos creen que nuestros ancestros primates más antiguos, que sólo tenían el tamaño de una rata grande, sufrieron una serie de cambios evolutivos fundamentales mientras se adaptaban a su desplazamiento y su alimentación sobre las ramas delgadas de los árboles hace 65 millones de años. Esos cambios incluyeron el desarrollo de las manos para aferrarse a las ramas y avanzar por ellas con eficacia, algo más difícil valiéndose sólo de meras zarpas rudimentarias.

-ENLACES A INFORMACION SUPLEMENTARIA EN INTERNET:
https://news.duke.edu/2008/05/climbing.html


Miércoles, 09 Julio, 2008 - 09:12
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