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Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas,

Louis Pasteur(1822-1895).
Químico y bacteriólogo francés.
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La asombrosa meteorología de los "júpiteres calientes"
 
 


Las simulaciones informáticas de la circulación atmosférica en planetas semejantes a Júpiter que orbitan alrededor de otras estrellas a muy corta distancia de éstas, pueden explicar las observaciones sobre la temperatura de dichos planetas y ayudar a esclarecer la exótica meteorología reinante en esos lejanos mundos.

(NC&T) Se han descubierto aproximadamente 300 planetas alrededor de otras estrellas, y para la mayoría de ellos los científicos saben poco más que la masa y los parámetros orbitales de los mismos. Sin embargo, para un puñado de los planetas más luminosos ha sido posible deducir las temperaturas gracias a las observaciones realizadas con observatorios astronómicos ubicados en el espacio, como el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. De esas observaciones y de las simulaciones informáticas usadas para explicarlas, se han obtenido conclusiones que permiten esbozar las insólitas pautas meteorológicas imperantes en esos mundos, y que no se parecen en casi nada a los patrones meteorológicos de la Tierra.

Adam Showman, de la Universidad de Arizona, ha dirigido un estudio que explica cómo una circulación atmosférica global impulsada por el lado diurno caliente y el lado nocturno frío puede gobernar el clima de los planetas que son descritos como "Júpiteres calientes" por ser gigantes gaseosos como Júpiter y orbitar sumamente cerca de sus estrellas.

Estos planetas están 20 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol, por lo que reciben una cantidad tremenda de calor. Sus temperaturas del lado diurno alcanzan valores de entre 1.000 y 1.500 grados Celsius, muy superiores a los reinantes en cualquier planeta de nuestro Sistema Solar.

Como estos planetas están tan cerca de sus estrellas, se cree que su rotación está sincronizada con su traslación de modo que siempre presentan la misma cara a su estrella, lo mismo que le sucede a la Luna con la Tierra. En el caso de esos planetas, tal circunstancia acarrea que el lado que da a la estrella está permanentemente iluminado, mientras que el opuesto se halla sumido en una noche perpetua. Por ello, si no hubiera ningún viento que repartiera aire caliente, el lado diurno acapararía casi todo el calor en tanto que el lado nocturno estaría sumamente frío.

Sin embargo, las observaciones realizadas en el 2007 con el Telescopio Espacial Spitzer demostraron que, para al menos uno de tales planetas, el denominado HD 189733b, la temperatura del lado nocturno supera los 700 grados Celsius. Es una temperatura mucho más caliente que la esperada para un planeta sin vientos. Esto demuestra que éstos llevan el calor del lado diurno al lado nocturno, manteniéndolo caliente pese a estar sumido en una noche perpetua. Sin embargo, hasta ahora, ningún modelo informático había explicado con éxito y en detalle este proceso.

Showman y sus colegas realizaron simulaciones informáticas tridimensionales incorporando tecnología punta. En estas simulaciones, por primera vez, se acoplaron los movimientos relativos al clima para lograr una representación realista capaz de explicar cómo se absorbe la luz de la estrella y cómo se pierde el calor en el espacio. Los modelos explican los patrones de temperatura observados en la cara diurna y en la nocturna, y sugieren que, para conducir el calor, el planeta debe tener corrientes en chorro con velocidades que alcancen valores supersónicos de alrededor de 11.000 kilómetros por hora, es decir unos 3 kilómetros por segundo.

Los vientos predichos por las simulaciones informáticas se mueven predominantemente del Oeste al Este, lo cual empuja las zonas más calientes fuera de las regiones geográficas que reciben la mayor parte de la luz de la estrella. La región más caliente del planeta no es la que se halla en el sector del mediodía perpetuo, sino quizá la ubicada a 30 grados de longitud hacia el Este.

El planeta HD 189733b está a 63 años-luz de la Tierra, en la constelación boreal de Vulpécula. La estrella alrededor de la cual órbita el planeta, HD 189733, es visible desde la Tierra con binoculares, pero el planeta es demasiado oscuro para ser visto desde la Tierra, excepto con los telescopios más potentes ubicados fuera de la atmósfera terrestre.

-ENLACES A INFORMACION SUPLEMENTARIA EN INTERNET:
https://www.scitech-news.com/ssn/index.php?option=com_content&view=article&id=547:computer-simulations-reveal-exotic-weather-on-distant-worlds&catid=34:astronomy&Itemid=34


Lunes, 24 Noviembre, 2008 - 12:55
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