A pesar de los diversos orígenes y composiciones de las partículas de aerosoles en Europa Central, su capacidad de hacer crecer las gotas de las nubes está controlada predominantemente por su tamaño.
(NC&T) Las nubes ejercen un papel fundamental en el sistema climático de la Tierra y en el ciclo del agua. El comportamiento de una nube depende en gran parte del número y tamaño de las gotas que la forman. Dado que cada una de estas gotas requiere de una partícula de aerosol como semilla sobre la cual crecer (el llamado núcleo de condensación de la nube o CCN), es esencial comprender qué propiedades de una partícula de aerosol permiten que crezca una gota. La química física básica muestra que, en una primera aproximación, esto depende del número de moléculas solubles que contenga, que es una función de su tamaño y composición. Dado el muy diverso origen de las partículas atmosféricas (por ejemplo, sal de mar, polvo, humo y emisiones industriales), la complejidad de su composición se ha considerado durante mucho tiempo como un gran obstáculo para modelar y predecir los efectos del aerosol sobre las propiedades de las nubes y el clima. Para separar los efectos del tamaño y la composición, los investigadores del Instituto Max Planck para la Química, de la Universidad de Maguncia, dividieron los aerosoles atmosféricos en clases muy concretas, determinaron su composición química y también su capacidad de formar gotas en las nubes.  | | (Estación meteorológica para los estudios.) (Foto: Max Planck Institute for Chemistry) | |
Las mediciones se hicieron sobre una montaña en Alemania. Durante las tres semanas del período de mediciones se encontraron diversas masas de aire sobre la estación en la cumbre de la montaña: aire continental envejecido que había acumulado contaminación industrial y de tráfico, masas de aire marino que se habían trasladado rápidamente desde el Atlántico norte, y aire recién contaminado del área principal del Rhin, una zona densamente poblada e industrializada. Resulta interesante que, a pesar de las diferentes procedencias del aire, la fracción soluble de las partículas no parecía variar tanto. Las mediciones demostraron que, por lo menos para los tipos de aerosol encontrados en Europa continental, las dimensiones de las partículas desempeñan un papel mucho mayor que la composición, en la regulación de la nucleación de las gotas de las nubes. |
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