El océano Pacífico lanza constantemente retos a los científicos marinos, desde las "zonas muertas" causadas por la hipoxia, hasta pautas inusuales en corrientes oceánicas ascendentes que han cambiado el comportamiento migratorio del salmón del Pacífico Noreste. Un equipo de investigadores está ahora usando una nueva herramienta que les resulta de gran ayuda para recoger datos de vastas áreas oceánicas durante periodos prolongados de tiempo.
(NC&T) La herramienta que usan estos especialistas, de la Universidad Estatal de Oregón, es un planeador submarino de un nuevo tipo, que patrulla las aguas costeras y registra datos críticos. Los planeadores de este tipo difieren de otros vehículos submarinos autónomos (AUVs por sus siglas en inglés) en que carecen de hélices, así como de cables que los mantengan amarrados a alguna embarcación. De hecho, aparte de al soltarlos y al recogerlos, no necesitan de ninguna otra nave que los acompañe. Jack Barth, profesor de oceanografía en la Universidad Estatal de Oregón, destaca la gran capacidad de operación autónoma que poseen estos vehículos. Se les puede programar para que naveguen bajo el agua durante periodos que van de tres a cinco semanas, viajando desde la orilla hasta más allá de la pendiente continental y regresando, mientras realizan todo tipo de mediciones sofisticadas. Y cada seis horas, el planeador emerge a la superficie y llama, vía satélite, a un ordenador ubicado en el laboratorio, para enviarle los datos recogidos desde la anterior transmisión. Estos planeadores miden unos dos metros de largo, pesan alrededor de 50 kilos, y albergan dos computadoras, varios sensores oceanográficos, equipamiento de comunicaciones y baterías eléctricas. Pero el sistema de propulsión es la clave. Los planeadores son propulsados por cambios en la flotabilidad, en lugar de por la acción de una hélice. Gracias a eso, se disminuye su consumo de energía. Al desplazar agua, el planeador incrementa su volumen y puede flotar más. O puede reducir su volumen y hacerse más pesado, hundiéndose hacia el fondo.  | | (Planeador submarino autónomo.) (Foto: Jack Barth, Oregon State University) | |
Unas pequeñas alas en los planeadores convierten una parte de ese movimiento vertical en movimiento hacia adelante. Estos planeadores pueden cambiar de rumbo repetidas veces, para ir de aquí para allá dentro de un área bastante extensa (un centenar de kilómetros de lado a lado), acumulando un kilometraje considerable y atravesando la plataforma continental en alrededor de una semana. Se desplazan a media milla náutica (cerca de 1 kilómetro) por hora. Pueden sumergirse hasta una profundidad máxima de 200 metros. Suelen ser más rápidos y más maniobrables que sus primos del océano profundo, que pueden permanecer en el mar durante periodos de 3 y hasta 6 meses, y sumergirse a mil metros. El valor de los planeadores submarinos en la investigación oceanográfica es grande y continuará creciendo. Los investigadores piensan que estos vehículos autónomos constituyen el futuro de la observación oceánica. Creen que siempre existirá la necesidad de barcos, pero que llegará una época en la que los planeadores se desplieguen por todos los mares. |
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