En 2006, el agujero en la capa de ozono en la región polar del hemisferio sur ha batido todos los récords, tanto en área como en profundidad.
(NC&T) La capa de ozono protege la vida en la Tierra bloqueando los dañinos rayos ultravioleta del Sol. El "agujero de ozono" sobre la Antártida es una disminución drástica de la capa de ozono allí, y se debe principalmente a compuestos producidos por el hombre que liberan gases de cloro y bromo en la estratosfera. Del 21 al 30 de septiembre, el área media del agujero de ozono era la mayor observada en la historia. Si las condiciones meteorológicas estratosféricas hubieran sido normales, es probable que el agujero de ozono hubiese alcanzado dimensiones ligeramente menores, de "sólo" un área similar a la superficie de América del Norte. El sensor OMI, a bordo del satélite Aura de la NASA, mide la cantidad total de ozono presente desde la superficie hasta la atmósfera superior, sobre toda la Antártida. Este instrumento observó un bajo valor de 85 Unidades Dobson el 8 de octubre, en una región sobre la capa de hielo de la Antártida oriental. Las Unidades Dobson son una medida de la cantidad de ozono por encima de un punto fijo en la atmósfera. El OMI fue desarrollado por la Agencia para los Programas Aerospaciales de Holanda, y el Instituto Meteorológico Finlandés. Los científicos de la NOAA emplean instrumentos transportados por globos para medir el ozono directamente sobre el Polo Sur. El 9 de octubre, la columna total de ozono había disminuido a 93 Unidades Dobson, desde las aproximadamente 300 de mediados de julio. Más importante aún, casi todo el ozono de la capa entre 13 y 21 kilómetros sobre la superficie había sido destruido. En esta capa crítica, el sensor midió un valor récord de tan sólo 1,2 Unidades Dobson, habiendo disminuido rápidamente desde un promedio de 125 en julio y agosto. Las observaciones del Aura muestran niveles sumamente altos de productos químicos, como el cloro, que destruyen el ozono en la baja estratosfera, a unos 20 kilómetros de altitud. Estos altos valores de cloro cubrían toda la región antártica la segunda quincena de septiembre, y estaban acompañados por valores sumamente bajos de ozono.  | | (Imagen de las concentraciones de ozono el 24 de septiembre.) (Foto: NASA) | |
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La temperatura de la estratosfera antártica hace que la severidad del agujero de ozono varíe de año en año. Las temperaturas más frías de lo normal hacen más grande y profundo al agujero, mientras que con temperaturas más cálidas disminuye. Las lecturas de temperatura de los satélites y globos en la baja estratosfera de la Antártida a fines de septiembre mostraron que éstas eran aproximadamente cinco grados centígrados más frías que el promedio, incrementándose con ello las dimensiones del agujero de ozono de este año hasta cifras récord. Como resultado del Protocolo de Montreal y sus enmiendas, las concentraciones de substancias destructoras del ozono están disminuyendo tanto en la baja atmósfera (la troposfera) como en la estratosfera. Sin embargo, estas substancias destructivas tienen tiempos de vida muy largos en la atmósfera (más de 40 años). El estudio sobre la disminución del ozono que la Organización Meteorológica Mundial y las Naciones Unidas completaron recientemente, prevé que la capa de ozono no se recuperará por completo antes del año 2065. |
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