Para fines de siglo, los Andes, en América del Sur, tendrán menos de la mitad de su actual acumulación anual de nieve invernal, mientras que las cordilleras en Europa y el oeste norteamericano habrán perdido casi la mitad del agua contenida en la nieve, y los pintorescos picos nevados de Nueva Zelanda casi habrán desaparecido.
(NC&T) Tal es el dramático pronóstico de un nuevo modelo climático que abarca todo el siglo, y que ofrece con gran detalle lo que sus autores llaman "un retrato sin precedentes del cambio climático global". La disminución en la acumulación anual de nieve significa menos escurrimiento en primavera y verano por la nieve derretida. Eso se traduce en serios aprietos para las personas que en muchas partes del mundo dependen del deshielo anual de la nieve invernal acumulada, para el riego agrícola y el agua potable. El golpe más fuerte se espera en las montañas de las zonas templadas donde las temperaturas permanecen bajo el punto de congelación sólo en elevaciones cada vez más altas. Así lo señala Steven J. Ghan, científico del laboratorio PNNL (Pacific Northwest National Laboratory), y autor principal de un estudio que describe este modelo. Alaska en el 2100 mantendrá sólo el 64 por ciento de la acumulación anual de nieve del año 2000. En Europa, los Alpes estarán al 61 por ciento, y Escandinavia al 56 por ciento. Las Sierras, las Cascadas y las Rocosas del sur estarán al 57 por ciento de sus niveles actuales. Los Andes caerán al 45, y el Monte Cook y sus vecinos de cumbres nevadas, en Nueva Zelanda, serán mucho menos bellos con sólo el 16 por ciento de la nieve actual.  | | (Esquema de las reducciones de la nieve contenida en las montañas del mundo.) (Foto: PNNL) | |
---|
El modelo, que concretamente simula un periodo que va del año 1977 al 2100, para así poder usar los datos conocidos del pasado como calibración, difiere de anteriores intentos porque genera la información de la nieve para pequeñas áreas de montañas, en cuadrículas de 5 kilómetros, y por ese período de tiempo tan largo. "Nunca se han ejecutado modelos globales del clima con resoluciones de 5 kilómetros para un período que cubra más de un par de meses", señala Ghan. "Ni siquiera en las supercomputadoras más potentes del mundo". La simulación completa de más de un siglo con este modelo, basado en el CCSM del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR), y financiado por la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF) y el Departamento de Energía estadounidense, requiere, para su ejecución, un tiempo de procesamiento de varias semanas en una supercomputadora. En concreto, la utilizada por Ghan y su colega Timothy Shippert fue una instalada en el laboratorio EMSL (W.R. Wiley Environmental Molecular Sciences Laboratory). |
|