Un nuevo estudio muestra que el cerebro detecta más rápido las imágenes eróticas que las de otros tipos, y que para procesarlas activa áreas cerebrales que no usa para imágenes de otras clases.
(NC&T) Investigadores en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis midieron la actividad cerebral de 264 mujeres mientras veían una serie de 55 diapositivas a color que contenían escenas de temática diversa, desde esquiadores acuáticos hasta perros gruñendo, pasando por parejas medio desnudas en posturas sensuales. Cuando las voluntarias del estudio vieron las imágenes eróticas, sus cerebros produjeron respuestas eléctricas que eran más fuertes que aquellas inducidas por el resto del material que contemplaron, no importando cuán agradable o molesto fuese ese otro material. Esta diferencia en la respuesta cerebral emergió muy rápidamente, sugiriendo ello que circuitos neuronales diferentes pueden estar involucrados en el procesamiento de imágenes eróticas. Andrey P. Anokhin, profesor de psiquiatría y uno de los autores del estudio, admite que esa respuesta les sorprendió. "Antes de los experimentos, creíamos que tanto las imágenes placenteras como las molestas despertarían una respuesta rápida, pero las escenas eróticas siempre generaron la respuesta más fuerte, por encima de todas las demás". Mientras las participantes observaban las diapositivas, electrodos en su cuero cabelludo medían los cambios en la actividad eléctrica cerebral ERP. Los investigadores comprobaron que, sea cual sea el contenido de una foto, el cerebro actúa con gran rapidez para clasificar la imagen. Las respuestas ERP comienzan a dispararse en la corteza cerebral mucho antes de que la persona sea consciente de si está viendo una imagen placentera, desagradable o neutra. Sin embargo, cuando la imagen es erótica, las ERPs comienzan a dispararse en unos 160 milisegundos, un 20 por ciento más deprisa que con cualquiera de las otras imágenes. Poco después, las ERPs empiezan a divergir, comenzando el procesamiento de las imágenes, que en el caso de las eróticas se realiza en estructuras cerebrales diferentes de las que procesan las otras imágenes. Numerosas investigaciones anteriores hacían suponer que los hombres son criaturas más visuales que las mujeres, y que las imágenes eróticas les excitan más que a las mujeres. Anokhin argumenta que el hecho de que los cerebros de las mujeres en este estudio exhibiesen una respuesta tan inmediata a las imágenes eróticas sugiere que, tal vez por razones evolutivas, el cerebro humano, tanto femenino como masculino, está programado para responder de manera "preferencial" al material erótico. Por regla general, los hombres le conceden, subjetivamente, un mayor valor al material erótico que las mujeres. Por ello, los investigadores esperaban detectar respuestas cerebrales menos intensas en las mujeres. Ese no ha sido el caso. Las mujeres tienen respuestas tan fuertes como las observadas en los hombres. |
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