Después de que una aeronave de los servicios de inteligencia estadounidenses estuviera envuelta en una colisión aérea ante la costa de China hace cuatro años, no consiguiendo la tripulación borrar información confidencial de los sistemas de almacenamiento magnético de datos antes de hacer un aterrizaje forzoso en territorio chino, quedó clara la necesidad de técnicas simples y a prueba de fallo para proporcionar un modo rápido de destrucción segura de datos confidenciales a bordo de dichas aeronaves. Ahora, una técnica que cumple esos requisitos, ya está disponible.
(NC&T) Científicos del Instituto de Investigación Tecnológica de Georgia (GTRI por sus siglas en inglés), trabajando con especialistas de la corporación L-3 Communications, contratista del Departamento de Defensa estadounidense, han desarrollado una serie de prototipos de sistemas que usan imanes permanentes de gran fuerza para borrar rápidamente una gran variedad de medios de almacenamiento magnético. Más allá de las aplicaciones del Departamento de Defensa, las técnicas de borrado magnético pueden tener aplicaciones en el mundo comercial, donde bancos, agencias de recursos humanos y otras organizaciones deben asegurar la destrucción completa de los datos en el equipamiento informático del que se deshagan. Los investigadores tenían que verificar que los datos no pudiesen ser recuperados de ningún modo, ni siquiera con recursos y tiempo ilimitados. Los dispositivos disponibles comercialmente para borrar datos no pueden hacer el trabajo hasta ese grado tan alto de exigencia, porque son magnéticamente muy débiles; además son de tamaño y peso demasiado grandes, o no cumplen las severas normas de seguridad aérea. Durante el proyecto, los investigadores desarrollaron procedimientos de verificación que usan un microscopio MFM. El MFM mapeó las perturbaciones magnéticas diminutas creadas por los datos almacenados en los medios, ayudando a determinar el grado de eficacia con el que esas pautas de datos habían sido destruidas. La meta era ver, después del borrado, una distribución aleatoria de la magnetización, que indicaría un disco del todo limpio.  | | (Un ingeniero comprueba la destrucción de los datos magnéticos.) (Foto: Georgia Tech/Gary Meek) | |
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Los investigadores tuvieron que seleccionar técnicas y equipo que fuesen: lo bastante livianos para ser usados en aeronaves, capaces de operar independientemente de los sistemas eléctricos de la aeronave, mecánicamente simples para asegurar un funcionamiento sin averías, incapaces de producir gases peligrosos o llamas, y estuviesen dotados con mecanismos para impedir el borrado involuntario. Durante su primer año de trabajo, los investigadores comprobaron que los datos permanecen en disquetes que han sido expuestos a altas temperaturas, y tuvieron que abandonar las técnicas de destrucción térmica por culpa del fuego y los gases dañinos que se generaron. Eso dejó como única opción las técnicas magnéticas. Producir un campo magnético lo bastante potente como para destruir toda estructura de datos requirió el uso de imanes diseñados especialmente para este proyecto. Estos imanes producen campos lo suficientemente fuertes como para penetrar en las envolturas metálicas que rodean ciertos dispositivos. Estos campos magnéticos son comparables a los usados en el equipamiento de resonancia magnética, poco tienen que ver por tanto con los generados por los imanes de las neveras que tenemos en casa. |
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