La visión, ante las costas, de las plataformas para extracción de petróleo y gas, suele ser algo feo que estropea el paisaje. Sin embargo, y al margen de otros efectos no deseables que causan, dos estudios demuestran, por primera vez, que esas plataformas están cumpliendo una insospechada función decisiva para una parte de la vida marina. Se han convertido en un criadero para ciertas especies de peces que viven en la costa californiana.
(NC&T) La especie Sebastes paucispinis, conocida popularmente como bocaccio, entre otros nombres, y capaz de vivir hasta los 50 años, era considerada hasta hace poco una especie económicamente importante en toda la costa occidental norteamericana, y abundaba desde Oregón hasta el norte de la Baja California. Según Milton S. Love, biólogo marino del Instituto de Ciencia Marina de la Universidad de California en Santa Barbara, el exceso de pesca ha reducido su presencia a menos de una décima parte de su población anterior. Sin embargo, las plataformas están ayudando a recuperar esta especie. El equipo de investigación de Love llevó a cabo la búsqueda de peces en los alrededores de ocho plataformas de petróleo y gas del sur de California, en el canal de Santa Barbara, con la ayuda de un submarino. Hay 27 plataformas de este tipo en la costa californiana, y aproximadamente seis mil en todo el mundo.  | | (Bocaccios jóvenes cerca de la plataforma Gilda.) (Foto: Donna Schroeder) | |
---|
Según los datos recogidos, el equipo calcula que un mínimo de 430.000 bocaccios jóvenes fijó su residencia en las ocho estructuras. Los investigadores determinaron que esas 430.000 crías jóvenes equivalen a casi un 20 por ciento del promedio de los bocaccios jóvenes que sobreviven anualmente en el área geográfica poblada por esta especie. Cuando estos jóvenes sean adultos, contribuirán a reconstruir la población de la costa del Pacífico. Mediante inspecciones regionales llevadas a cabo con equipamiento de submarinismo, los investigadores descubrieron que en 2003 la población de bocaccios jóvenes que utiliza los arrecifes naturales como criaderos costeros, era muy pequeña en comparación con la población de las plataformas. Brian M. Emery, oceanógrafo físico del Instituto de Ciencia Marina, es el autor principal del segundo estudio. Los resultados de este nuevo trabajo, en el que se utilizaron radares de alta frecuencia, demuestran que la plataforma Irene, casi sin lugar a dudas, incrementa las expectativas de supervivencia de los bocaccios jóvenes en esta región. El equipo de investigación utilizó radares establecidos en tres puntos a lo largo de la costa, cedidos por la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) y la Fundación W.M. Keck. Los resultados demuestran que, como promedio, unos tres cuartos de los bocaccios jóvenes establecidos alrededor de la plataforma Irene no sobrevivirían sin la presencia de ella, ya que las corrientes predominantes los desplazarían hacia aguas en las que tendrían muy pocas probabilidades de sobrevivir. |
|