Washington - Los científicos "silenciaron" un gen que permite la formación de un componente en las semillas de algodón que las hace tóxicas para el consumo humano, en un trabajo que podría suministrar cada año proteínas para 500 millones de personas, según un artículo publicado hoy.
La producción de 44 millones de toneladas anuales de semilla de algodón en todo el mundo "podría abastecer las necesidades de proteína de más de 500 millones de personas cada año", señaló el artículo en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias. "Pero esa producción apenas se utiliza como alimento, debido a la presencia de gosipol, un compuesto tóxico presente en las glándulas dentro de la semilla", agregó el artículo, editado por Luis Herrera, del Centro para Investigación y Estudios Avanzados en Guanajuato (México). La semilla de algodón consta de dos partes: la cáscara, de la que se obtiene la fibra y la borra de algodón; y la pepita, de la cual se obtiene el aceite y la harina. El embrión contiene innumerables glándulas llenas de un pigmento llamado gosipol, que ejerce un efecto inhibidor en las enzimas digestivas. "La eliminación del gosipol de la semilla de algodón ha sido durante mucho tiempo una meta de los genetistas", señaló el estudio, encabezado por Ganesan Sunilkumar, del Instituto para Genoma y Biotecnología de plantas en la Universidad A&M de Texas (EEUU). Los científicos desarrollaron en el siglo XX, a mediados de los años 50, el llamado "algodón sin glándulas", pero estas variedades de semillas no fueron viables económicamente, porque incrementaron la susceptibilidad de las plantas a los insectos. "De esta manera, la promesa de una contribución de la semilla de algodón a los requerimientos de alimentación de la creciente población mundial se mantuvo pendiente", indicó el artículo. El equipo de Sunilkumar, en el que también participó Lorraine Puckhaber, del Departamento de Agricultura de EEUU, empleó exitosamente la ingeniería genética para "impedir la biosíntesis del gosipol en el tejido de la semilla de algodón, interfiriendo con la expresión del gen durante el desarrollo de la semilla". "Hemos demostrado que es posible reducir significativamente los niveles de gosipol en la semilla de algodón de una manera estable", señaló el estudio. Esta característica, además, se transmite a las nuevas generaciones. El algodón se ha cultivado por su fibra durante más de 7.000 años, y a pesar de la disponibilidad de fibras sintéticas, sigue siendo la mayor fuente para textiles y es un cultivo importante en más de 80 países. Un atributo poco conocido del algodón es que por cada kilo de fibra la planta produce 1,65 kilos de semillas "y esto hace del algodón la tercera cosecha mayor del mundo en términos de toneladas de oleaginosas comestibles en el mundo". |
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