Una investigación ha mostrado que los depredadores, entre ellos dos tan distintos como el leopardo y el chimpancé, de forma sistemática eligen presas con cerebros pequeños, menos capaces de escapar a causa de su menor astucia. Además, suelen evitar elegir presas más inteligentes, que tienen cerebros grandes y mayor inteligencia para emprender estrategias eficaces de evasión.
(NC&T)El estudio, llevado a cabo por la Dra. Susanne Shultz, de la facultad de Ciencias Biológicas en la Universidad de Liverpool, se concentró en depredadores de África y América del Sur, como el jaguar, el chimpancé, el leopardo y el puma. La Dra. Shultz comprobó que las presas con un cerebro de tamaño modesto, como el antílope pequeño, la mangosta y el cerdo rojo de río, eran más susceptibles a ser atacados por depredadores, comparadas con presas de cerebro más grande. La investigación mostró una fuerte correlación entre el tamaño del cerebro de la presa y la inclinación del depredador hacia ésta.  | | (Un ejemplo de presa.) (Foto: U. Liverpool) | |
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Comparados con las especies de cerebros más grandes, a los animales con cerebros pequeños les falta flexibilidad de comportamiento, y son probablemente menos capaces de desarrollar nuevas estrategias para escapar de los depredadores. Cuando estos resultados se ponen en perspectiva, resulta claro que la astucia de un individuo debe ayudarle a evitar situaciones de riesgo o a escapar de un ataque. Por ejemplo, los chimpancés, que poseen grandes cerebros, raramente aparecen en la dieta de sus depredadores potenciales. La habilidad de algunos animales para evitar ser comidos por los depredadores puede ser un factor que contribuye a la evolución de grandes cerebros en algunas especies. Dicho factor deberá tenerse en cuenta además de los ya bien asumidos por las teorías convencionales: la capacidad de desarrollar relaciones sociales, y la de utilizar herramientas. |
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