(NC&T)El nuevo análisis ha sido realizado por el profesor Joao Zilhao, arqueólogo de la Universidad de Bristol, y sus colegas franceses.

El profesor Zilhao ha logrado mostrar que artefactos sofisticados como puntas de huesos decoradas, y ornamentos personales, encontrados en asentamientos de la cultura chatelperroniense de Francia y España, estaban asociados genuinamente con los neandertales hace unos 44.000 años, en lugar de haber sido adquiridos de los humanos modernos que pudiesen haber vivido en las cercanías.

El yacimiento principal del cual deriva esta cultura neandertal es la Grotte de Fées, en Chatelperron, en la zona central de Francia, y fue excavado por vez primera en la década de 1840. Éste ha sido uno de los más importantes y polémicos lugares para entender cómo los humanos modernos, que habían llegado desde África, reemplazaron a los neandertales, muchas veces descritos como más "primitivos".

En la interpretación convencional de los estratos de roca del yacimiento, se pensó que la cueva tenía evidencia de ocupación de ambas culturas, la neandertal y la del humano moderno, en capas intercaladas. El hecho de que los neandertales volvieran al sitio después de que los humanos modernos hubieran vivido en él durante un tiempo, probaría la contemporaneidad de los dos grupos a largo plazo, y validaría la noción de que las novedades culturales vistas entre los últimos neandertales representaban una imitación o una apropiación, no una innovación.

(Ornamentos personales de la cultura chatelperroniense.) (Foto: Joao Zilhao) Ahora, los arqueólogos pueden mostrar que las pautas estratigráficas de la Grotte des Fées son ilusorias, pues los supuestos niveles neandertales que estaban superpuestos sobre aquellos pertenecientes a los del humano moderno de la cultura auriñaciense, se deben en realidad a cazadores de fósiles del siglo XIX. Según el profesor Zilhao y su equipo, este descubrimiento se suma a la lista de evidencias obtenidas en otros emplazamientos de la región, que prueban que los neandertales ya tenían la capacidad de pensamiento simbólico antes de la llegada del humano moderno a Europa occidental, la cual se produjo hace unos 40.000 años, según dataciones mediante radiocarbono. Este descubrimiento, junto con la investigación en los estratos de roca en otros puntos, tiene grandes implicaciones sobre la manera de ver a los neandertales europeos, y, más ampliamente, la evolución humana. Las diferencias entre los neandertales y los humanos modernos pueden ser mucho menores de lo que se pensó anteriormente, lo cual sugiere que la cognición humana y el pensamiento simbólico pueden datar de antes de que las dos subespecies se separaran hace alrededor de 400.000 años.