Unos investigadores han examinado los "paisajes dentales" de animales prehistóricos de una provincia de Sudáfrica, y han encontrado evidencias de un cambio dietético que hace pensar en una transformación del tipo de paisaje que los rodeó. Este marcado cambio en el paisaje prehistórico desde uno dominado por bosque y arbustos, a otro presidido por prados, puede ayudar a completar la reconstrucción histórica de cambios medioambientales que acompañaron a nuestra propia evolución.
(NC&T)Peter Ungar, profesor de antropología en la Universidad de Arkansas, y los investigadores posdoctorales Rob Scout y Gildas Merceron, estudiaron los dientes de bóvidos, o mamíferos ungulados, encontrados en el registro fósil en Langebaanweg, la ubicación de un singular ecosistema en la costa de Sudáfrica. Un periodo de tiempo crucial para la evolución humana en África ocurrió cuando los prados empezaron a conquistar el paisaje arbolado, forzando posiblemente a nuestros antepasados a cambiar tanto su conducta como sus dietas. Los prados se volvieron cada vez más abundantes en el este de África y quizás también en el sur, desde hace aproximadamente 5 millones de años. Sin embargo, poco se conoce sobre el marco exacto de tiempo en el que ocurrió ese cambio, o su relación con esta zona en Sudáfrica: hay pocos sitios en esta región que contengan restos fosilizados que daten de ese periodo de tiempo. El yacimiento paleontológico de Langebaanweg contiene fósiles que datan de esa era, de modo que Ungar y sus colegas decidieron examinar el problema del cambio del paisaje estudiando dientes fósiles. Los investigadores estimaron que si podían mirar los hoyos y surcos en los dientes de estos bóvidos, podrían determinar qué estaban comiendo los animales, y podrían crear así una instantánea virtual del paisaje prehistórico.  | | (El gráfico señala las diferencias entre los desgastes de los dientes de los diferentes animales estudiados.) (Foto: Peter Ungar) | |
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Prepararon una técnica especial para examinar el desgaste microscópico en los dientes. Los hoyos y surcos en los dientes de los animales apuntan a las diferentes preferencias dietéticas. Una textura abundante en agujeros indica el consumo de comidas duras, quebradizas, como nueces o plantas leñosas. Una textura dominada por arañazos indica la erosión dental provocada por pastos y alimentos afines. Examinando dientes fósiles de ungulados cuyos restos se hallaron en Western Cape, Sudáfrica, y que vivieron hace 5 millones de años, así como comparándolos con dientes de animales modernos, los investigadores encontraron que los datos parecen mostrar un cambio en las marcas de los dientes, indicando por tanto un cambio en los patrones de alimentación: de consumir hojas de arbustos y ramas bajas de árboles, a pastar hierba. Esto podría indicar la intrusión de los prados en el área. Hasta donde se tiene noticia, ésta es la primera vez que los datos de la microtextura dental por desgaste han servido como pista para hacer pensar en un cambio dietético dentro de un grupo animal. |
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