Un equipo de astrónomos ha descubierto en el espacio la primera molécula cargada negativamente de la que se tenga conocimiento. Lo han logrado identificándola por señales de radio que hasta ahora eran un misterio. Aunque ya han sido detectadas en el espacio interestelar unas 130 moléculas neutras y 14 cargadas positivamente, ésta es la primera molécula encontrada con carga negativa, o anión.
(NC&T)"Hemos descubierto una especie rara y exótica, como un tigre blanco del espacio", declaró el astrónomo Michael McCarthy del Centro para la Astrofísica (CfA), gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano. Al aprender más sobre el rico caldo de productos químicos encontrados en el espacio interestelar, los astrónomos esperan explicar cómo la joven Tierra convirtió esos ingredientes básicos en los productos químicos esenciales para la vida. Este nuevo hallazgo ayuda a los científicos a conocer mejor la química del medio interestelar y por lo tanto, el proceso de formación y evolución geoquímica de los planetas. McCarthy trabajó con sus colegas del CfA Carl Gottlieb, Harshal Gupta (también de la Universidad de Texas), y Patrick Thaddeus, para identificar el anión molecular, conocido como C6H-, una cadena lineal de seis átomos de carbono con un átomo de hidrógeno al final, y un electrón "extra". Se pensaba que tales moléculas eran sumamente raras porque la luz ultravioleta que circula por el espacio expulsa fácilmente a los electrones fuera de las moléculas. El considerable tamaño de la C6H-, más grande que la mayoría de las moléculas neutras y que todas las positivas conocidas en el espacio, puede aumentar su estabilidad en el duro ambiente cósmico. El descubrimiento de la C6H- resuelve un antiguo enigma de la astroquímica: la aparente ausencia de moléculas cargadas negativamente en el espacio. El equipo comenzó su labor efectuando experimentos de laboratorio para determinar exactamente qué frecuencias de radio utilizar para su búsqueda. Entonces, usaron el radiotelescopio GBT para cazar la C6H- en los objetos celestes. En particular, escogieron como objetivos de sus búsquedas aquellas ubicaciones donde en estudios anteriores habían sido detectadas señales de radio no identificadas, en las frecuencias apropiadas.  | | (El radiotelescopio GBT.) (Foto: NRAO) | |
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Los autores de la nueva investigación encontraron la C6H- en dos lugares muy diferentes: en la envoltura gaseosa de la estrella gigante roja evolucionada IRC +10216 en la constelación de Leo, y en la nube molecular fría TMC-1 de la constelación de Tauro. La presencia del anión en ambas regiones muestra que los procesos químicos que forman la C6H- son ubicuos. También sugiere que deben estar presentes otros aniones moleculares y que se descubrirán en el futuro cercano. Este hallazgo constituye además una contundente evidencia de que nuestro conocimiento de la química interestelar todavía es bastante rudimentario. |
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