Los investigadores han demostrado por primera vez cómo afectan fisiológicamente a los peces las altas temperaturas del mar, produciendo reducciones del tamaño de su población.
Los científicos del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina de Bremerhaven (Alemania) analizaron la relación entre temperaturas marinas estacionales y la población de blenio vivíparo (Zoarces viviparus) en el Mar del Norte meridional. El Zoarces viviparus es un pez bioindicador utilizado para la monitorización medioambiental en los mares del Norte y Báltico. Los investigadores estudiaron la fisiología del pez para determinar cómo afecta el aumento de las temperaturas a sus sistemas internos. Sus resultados se hallan publicados en la última edición de la revista Science. En los últimos 40 años, las temperaturas en el Mar del Norte meridional han aumentado más de 1º C y se prevé que sigan aumentando durante el próximo siglo. Los investigadores observaron que en veranos más cálidos, el tamaño de la población de blenio vivíparo disminuía. Los experimentos de laboratorio demostraron que, por encima de determinadas temperaturas, la capacidad del pez para transportar oxígeno por todo su cuerpo corría un serio peligro. Esto afecta a la actividad muscular, el comportamiento, el crecimiento y la reproducción y podría incluso hacer que el pez fuera más sensible a la depredación, la inanición y la enfermedad. Además de esto, el agua caliente contiene menos oxígeno disuelto, agravándose por tanto el problema.  | | Zoarces viviparus | |
---|
En el documento, los científicos advierten que, debido a las diferentes tolerancias térmicas de las distintas especies, los cambios de temperatura del mar podrían provocar alteraciones en las redes alimentarias, algo que ya le ha ocurrido al bacalao del Atlántico. «El paso de una fauna de copépodos grandes (Calanus finmarchicus) a pequeños (C. helgolandicus) en el Mar de Norte meridional produjo una reducción del alimento disponible para el bacalao del Atlántico (G. morhua). Este cambio de las condiciones ambientales estuvo determinado considerablemente por las diferentes tolerancias térmicas de las dos especies de copépodo», redactan los autores. «Por lo tanto, las reducciones de la cantidad de bacalao producidas por el calor son causadas tanto directamente [a través de la sensibilidad térmica del bacalao] cómo indirectamente [a través de la red alimentaria], pero están basadas en los mismos principios fisiológicos». |
|