Secciones
Foros Electrónica
Alguien dijo ...
Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito el Universo,

Galileo Galilei(1564-1642).
Físico y astrónomo italiano.
Contacto
Los genes relacionados con la proteína amiloide sólo explican el 10% de los casos de Alzheimer
 
 


La Coruña - La hipótesis más aceptada durante los últimos veinte años en la investigación del Alzheimer relaciona la acumulación de proteína beta amiloide en el cerebro con la aparición de la enfermedad. Sin embargo, las mutaciones de los genes relacionados con esta proteína, los APP (proteína precursora amiloide) y PS (presenilinas), por sí solos únicamente explican el 10% de los casos. Este bajo porcentaje indica que existen muchos otros factores genéticos y mecanismos de tipo ambiental que influyen en la degeneración neuronal y la muerte prematura de neuronas propias de la enfermedad de Alzheimer.

ésta es una de las conclusiones del estudio Farmacogenómica, nutrigenómica y futuro terapéutico en la enfermedad de Alzheimer, publicado por el científico español Ramón Cacabelos, del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes (La Coruña) y por el Dr. Masatoshi Takeda, de la Universidad de Osaka (Japón), en la revista científica ‘Drugs of the Future’. El monográfico, que analiza en profundidad el estado actual de las investigaciones en torno al tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, destaca los principales factores genéticos que influyen en el desarrollo de la enfermedad y apuesta por la necesaria incorporación de los avances proporcionados por el conocimiento del genoma humano en la mejora de su tratamiento.

“Los factores genéticos son determinantes tanto en la prematura muerte neuronal de la enfermedad de Alzheimer como en el correcto metabolismo de los fármacos indicados para tratarla”, afirma el Dr. Cacabelos. Entre los más de 200 genes relacionados actualmente con la aparición enfermedad, el de la apolipoproteína E (APOE), con sus variaciones hereditarias, representa el defecto de susceptibilidad genética más importante, ya que contribuye a la disfunción neuronal de entre el 30 y el 40% de los casos de Alzheimer.

Junto al creciente conocimiento de estos factores genéticos, el Dr. Cacabelos reserva también un lugar destacado en su estudio a la progresiva consideración en la comunidad científica de los aspectos relacionados con la nutrición como factores de riesgo ambiental presentes en el origen del Alzheimer. En concreto, recoge la especial repercusión de estos factores en el deterioro cognitivo de pacientes con demencia. Según recoge el monográfico, la interacción de los nutrientes con algunos genes podría influir en el metabolismo de lípidos, en la función cerebral y en la longevidad de los pacientes. Así, la intervención terapéutica basada en la dieta alimenticia del paciente mejoraría el funcionamiento general del sistema nervioso central y reduciría en los casos de demencia los factores de riesgo cerebrovascular y metabólico.

Desarrollo de nutracéuticos y nuevos fármacos
En el marco de esta intervención terapéutica basada en la dieta, el monográfico destaca la aparición en el mercado de nuevos productos nutracéuticos para pacientes de Alzheimer, es decir, de alimentos naturales que incorporan propiedades beneficiosas para la salud. Estos nuevos productos, obtenidos de fuentes marinas, han demostrado propiedades beneficiosas sobre la salud cardiovascular, considerada como un factor de riesgo en la enfermedad de Alzheimer.

Asimismo, el Dr. Cacabelos analiza en detalle la necesidad de nuevos fármacos que incorporen el enfoque genómico y actúen sobre los factores causales de la enfermedad. “Las estrategias farmacogenómicas constituyen ya una poderosa herramienta para el desarrollo de estudios preclínicos y clínicos de nuevos fármacos para el Alzheimer”, afirma el científico de EuroEspes.

A su juicio, la neurofarmacología molecular de la enfermedad de Alzheimer se encuentra todavía en un estadío primitivo. “En los últimos 20 años, sólo se han aprobado cinco medicamentos para tratar los síntomas cognitivos del Alzheimer y su relación coste-eficacia es baja o nula”, afirma. Entre las razones que explican esta modesta relación, el científico incluye el elevado número de fármacos que consumen los pacientes, las interacciones entre estos fármacos y los efectos secundarios asociados a cada uno de los medicamentos. Todas estas causas aceleran el declive funcional y cognitivo de los enfermos.

“Las autoridades reguladoras deben impulsar los estudios farmacogenéticos y farmacogenómicos en la enfermedad de Alzheimer tanto con los compuestos disponibles como con los nuevos fármacos para mejorar la eficacia y seguridad de los tratamientos, reducir los efectos secundarios y rebajar los costes innecesarios para la industria y la comunidad”, concluye el Dr. Cacabelos.


Jueves, 11 Enero, 2007 - 10:45
Boletines
powered by phppowered by MySQLPOWERED BY APACHEPOWERED BY CentOS© 2004 - 2025Información Legalpoliticas de cookiesipv6 ready