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Julius Robert Oppenheimer(1904-1967) Físico estadounidense. | Contacto |
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| Largo radio, el agujero negro de las compañías aéreas de bajo coste | | | |
J.Felipe Alonso
Madrid - El cruce del Atlántico, una obsesión compartida por las compañías de bajo coste en su expansión, se ha convertido en su verdadero agujero negro, y si no que se lo pregunten a Air Madrid.
Los expertos del sector aéreo consideran que el largo radio es inviable para un tipo de compañía que se encuentra especializada en los vuelos punto a punto de corto o medio radio, que permite una rotación suficiente de aviones para hacer sus precios bajos rentables.
Actualmente, salvo la compañía Oasis, que vuela desde Londres a Hong Kong, y algunas aerolíneas que unen diversas ciudades australianas con otras asiáticas, las líneas aéreas de bajo coste o de billetes baratos, como prefieren ser denominadas algunas, no quieren saber nada de cruzar el charco entre Europa y América.
La experiencia vivida por Air Madrid durante sus dos años de existencia con su intento de ofertar vuelos de precios baratos a nueve destinos en Latinoamérica, sirve de muestra para lo que no se debe intentar.
Los directivos de Air Madrid se olvidaron de que ya hubo una compañía, la británica Laker, que lo intentó, ofreciendo vuelos entre Londres y varias ciudades de Estados Unidos en los años setenta, intento que acabó en fracaso.
En lugar de hacerse eco del clásico refrán español de "cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar", Air Madrid lanzó su campaña agresiva de precios para permitirse llenar aviones, sobre todo de emigrantes, que querían volar a su tierra chica.
Así, numerosos ecuatorianos, peruanos, bolivianos, argentinos, panameños..., han podido visitar a sus familiares, y regresar a sus puestos de trabajo a España, pero todo llegó a su fin el mes de diciembre, y muchos de ellos, se habla de hasta 120.000, se quedaron en tierra.
El gran problema de "cruzar el Atlántico" se encuentra en el número de horas mínimo que los aviones deben volar, más de 10 horas, y en la rotación de aviones, porque en el momento en que uno de ellos falle en un aeropuerto latinoamericano, las horas de retraso pueden llegar a ser enormes.
Esto le ocurrió a Air Madrid en varias ocasiones durante el periodo agosto-noviembre del pasado año, acumulando hasta 120 horas de retraso en un vuelo entre Barcelona y Buenos Aires, o 30 horas en otro a Ecuador desde Madrid, y casi siempre con algún retraso menor en todas y cada una de sus salidas.
Querer cubrir nueve países latinoamericanos con tan sólo nueve aviones es una labor que los expertos han calificado de "locura", aunque eso no lo debió pensar el presidente de la aerolínea, José Luis Carrillo, cuando mes a mes iba abriendo nuevas rutas.
Atravesar el Atlántico, tanto Norte como Sur, es algo que hoy en día tan sólo lo pueden hacer las líneas aéreas de red, que pese a su característica esencial de regularidad, ofertan, cada vez más, billetes a precios bajos, igualando en algunos casos, e incluso mejorando, el coste de los billetes que ofrecen las "low cost". |
Martes, 16 Enero, 2007 - 01:02 |
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