La inversión en investigación y desarrollo (I+D) en Europa parece ser que permanece estancada, según las cifras preliminares de Eurostat, la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas.
Si bien desde 2001 presenta un ritmo de crecimiento del 1,5%, el gasto en I+D en los veintisiete miembros de la UE en 2005 se mantuvo en el 1,84% del PIB, el mismo que en 2004. Los resultados preliminares plantean dudas sobre si la UE en su conjunto será capaz de lograr el objetivo de invertir el 3% del PIB en investigación para 2010. La cifra sin variaciones saca también a relucir la cuestión de si la UE podrá seguir siendo competitiva frente a otras economías mundiales como las de EEUU y Japón, donde la I+D representó el 2,68% y el 3,18% del PIB respectivamente en 2005. Las economías emergentes también se están igualando, y China informó de un gasto en I+D del 1,34% de su PIB en 2005. Sin embargo, determinados Estados miembros demuestran que cuando hay voluntad, existe un camino a seguir. En 2005, los principales ejecutantes de I+D seguían siendo Suecia y Finlandia, con un gasto en I+D del 3,68% y el 3,48% de su PIB respectivamente, bastante por encima del objetivo del 3%. Estos países son seguidos de cerca por Alemania, Dinamarca, Austria y Francia, quienes presentan todos una intensidad en I+D por encima del 2%. El menor gasto en I+D se produce en los nuevos Estados miembros como Rumania, Chipre y Bulgaria. Aunque algunos de los recién llegados a la UE también arrojan admirables índices de crecimiento anual de I+D en términos reales, que van desde el +18% de Letonia al 11% de Lituania. El objetivo de Barcelona estipula que dos tercios de la inversión de I+D debe proceder del sector privado. Entre los Estados miembros, Luxemburgo se sitúa en el primer lugar con un 80% de inversión procedente del sector empresarial, seguido por Finlandia, Alemania y Suecia, todos con un porcentaje superior al 60%. En términos generales, el sector empresarial financia el 55% de toda la I+D en los veintisiete miembros de la UE, seguido por el sector estatal, con un 35% y de la financiación exterior, con un 8%. |
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