¿Es usted una de esas personas que nunca olvidan una cara? Una nueva investigación sugiere que podemos recordar mejor las caras que los objetos, y que las caras se "pegan" mejor a nuestra memoria a corto plazo. La razón para ello puede ser que nuestra habilidad en recordar rostros nos permite "empaquetarlos" mejor para memorizarlos.
(NC&T)Estos resultados muestran, en efecto, que podemos almacenar más rostros que objetos en nuestra memoria visual a corto plazo. Los investigadores, de la Universidad Vanderbilt, creen que esto ocurre a causa de la forma especial en que las caras son codificadas en la memoria. Semejante codificación es similar a hacer las maletas. El cuánto puede usted meter en una maleta depende de cuán bien sepa empaquetar. De la misma manera, nuestra habilidad en "empaquetar" rostros se traducirá en que seremos capaces de recordar más de ellos. La memoria a corto plazo es crucial para nuestra impresión de un mundo en continuidad, sirviendo como un almacén temporal de información que usamos frecuentemente. Por ejemplo, para poder comprender esta oración, su memoria a corto plazo deberá recordar las palabras en el principio mientras usted lee avanzando hacia el final de la oración. La memoria visual a corto plazo es un componente de esta memoria que nos ayuda a procesar y recordar brevemente imágenes y objetos, más que palabras y sonidos.  | | (Isabel Gauthier.) (Foto: Vanderbilt University) | |
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Los voluntarios que participaron como sujetos de estudio en esta investigación observaron con atención hasta cinco rostros en una pantalla durante diferentes periodos de tiempo (hasta cuatro segundos). Se les presentó con posterioridad una sola cara, y los participantes tenían que decidir si formaba parte de la muestra inicial de rostros. Para poder hacer una comparación, el proceso se repitió con otros objetos, como automóviles o relojes. Los investigadores constataron que cuando los participantes vieron las imágenes tan sólo durante lapsos muy breves de tiempo (medio segundo), pudieron almacenar menos rostros que objetos en la memoria visual a corto plazo. Ellos creen que esto se debe a que las caras son más complejas que los relojes o los automóviles y requieren más tiempo para ser codificadas. Sorprendentemente, cuando a los participantes se les dio más tiempo para codificar las imágenes (cuatro segundos), apareció una ventaja de los rostros sobre los objetos. Los investigadores creen que nuestra experiencia con los rostros explica esta ventaja. Esta teoría está avalada por el hecho de que la ventaja fue sólo alcanzada para las caras codificadas en la orientación correcta (no invertidas hacia abajo ni tumbadas en horizontal), con las que estamos más familiarizados. Los rostros que se codificaron invertidos hacia abajo o tumbados de lado no mostraron ventajas sobre otros objetos. |
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