Los investigadores deben involucrar a los ciudadanos en el dialogo científico y en la forma en que se aplica la investigación si quieren ganarse la confianza de la gente, informó la Profesora Dama Julia Higgins durante una charla celebrada en Bruselas sobre la responsabilidad de ser científico. La manifestación estuvo organizada por CLORA, el «Club de Organizaciones asociadas de Investigación» de Francia.
La Profesora Higgins es Decana de la Facultad de Ingeniería del Imperial College de Londres, donde lleva a cabo una investigación sobre el comportamiento de materiales complejos, concretamente los polímeros. Actualmente es Presidenta del Consejo de Ingeniería e Investigación sobre Ciencias Físicas de Reino Unido y, hasta hace poco ha sido Secretaria para Asuntos Exteriores de la Royal Society, la academia científica del Reino Unido. Los ciudadanos financian la investigación con los impuestos que pagan y sufren también los riesgos y consecuencias de la ciencia cuando ésta se aplica en sus vidas diarias, señaló la Profesora Higgins. Apenas sorprende entonces que en muchos países del mundo, los ciudadanos exijan cada vez con más frecuencia participar en lo que se está haciendo en su nombre y con sus impuestos. Según la Profesora Higgins, el reto para los científicos consiste en promover un clima de transparencia e involucrar al público en un dialogo sustancial sobre su trabajo. «Hemos pasado de un modelo de "comprensión pública de la ciencia", donde los científicos hablan y el público escucha», declaró. «Debemos formar a los científicos para que sean capaces de iniciar un debate constructivo con la gente». Por otro lado, está la necesidad de educar a los ciudadanos en las cuestiones científicas, y la Profesora Higgins presentó varias actividades que la Royal Society está realizando en este ámbito. Una de las iniciativas de éxito ha sido el proyecto de «emparejar» a diputados con científicos. Un joven científico acompaña a un diputado durante algún tiempo para aprender cómo funciona el Parlamento y, a su vez, el diputado pasa un tiempo en el laboratorio del científico e incluso lleva a cabo algunos experimentos. El proyecto ha tenido un éxito enorme, y los científicos y diputados hacen cola para participar. Ya el año pasado se amplió el plan para incluir también a los eurodiputados. Otro de los éxitos señalados por la Profesora Higgins fue el Programa Dialogo, que reúne a científicos, grupos de interés y miembros del público para que debatan un tema propuesto en un debate promovido de antemano. Si son de relevancia, los resultados de estos debates pasan a los responsables de la toma de decisiones, dando por lo tanto al proceso un valor añadido para todos los participantes. La Royal Society lleva a cabo también cursos de formación sobre medios de comunicación y capacidades para promover la divulgación. A través de ellos se enseña a los científicos a cómo hacer que su trabajo se comunique de forma concisa y sin jergas, y cómo divulgarlo de forma eficaz en una serie de medios de prensa, radio y televisión. Aunque existen buenas razones a medio plazo para hacer que el público participe en el dialogo con la ciencia, para la Profesora Higgins hay un buen motivo también a largo plazo, concretamente, el hecho de que los niños se interesen por la ciencia. «La razón más importante para conseguir la participación de los ciudadanos tiene que ser animar a los jóvenes a que sean científicos», concluyó. Las conclusiones de la Profesora Higgins coinciden en gran medida con la política de la UE relativa a la comunicación de la ciencia. El acuerdo de subvención del 7PM afirma que «los beneficiarios deberán, durante la consecución del proyecto, adoptar las medidas adecuadas para involucrar al público y los medios de comunicación en el proyecto». Además la Comisión Europea acaba de publicar un libro sobre la comunicación de la ciencia. En el libro «Communicating European Research 2005» aparecen los resultados de la conferencia del mismo título y que fue celebrada justo hace un año en Bruselas. |
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