Los cuásares figuran entre los objetos más luminosos y distantes del universo, y, según un nuevo estudio, parecen tener algo en común con unos objetos mucho más ordinarios, las bombillas. Los cuásares menos eficientes en convertir su energía gravitatoria en luz, exhiben mayor variabilidad en su brillo.
(NC&T) La investigación ha sido hecha por científicos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, el Centro Nacional para Aplicaciones de Supercomputación, y el programa de observación SDSS (Sloan Digital Sky Survey). Los cuásares fueron descubiertos hace 40 años, cuando se advirtió que estos objetos, que hasta entonces eran tomados por estrellas, presentaban emisiones de radio mucho mayores de lo esperado. Los astrónomos descubrieron, tras investigar a fondo, que estos objetos representaban un nuevo tipo de astro, extremadamente energético. Ahora se piensa que los cuásares son galaxias jóvenes cuyo "motor" central es un agujero negro supermasivo. Esos agujeros negros pueden albergar una masa de millones de veces, o incluso miles de millones, la del Sol. Con tan vastas fuentes de energía, los cuásares están entre los objetos más brillantes del universo. El resplandor de algunos es de miles de veces el de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Y ello resulta aún más asombroso porque el tamaño de los cuásares apenas es mayor que el de nuestro sistema solar. Los astrónomos también han determinado que los cuásares son tremendamente variables en cuanto a luminosidad. Algunos cuadruplican su brillo en cuestión de horas. Aunque esa variabilidad tan extrema sólo se manifiesta en unos pocos cuásares, casi todos presentan algún grado de variabilidad, siendo el promedio un 10 ó 15 por ciento de variación a lo largo de un año. El mecanismo exacto que rige esa variabilidad aún no está claro. Los autores del nuevo estudio han descubierto que esta variabilidad está relacionada tanto con la masa del agujero negro en el centro del cuásar, como con la eficacia con la que éste está transformando en luz la energía de ese colosal campo gravitatorio central.  | | (El astrónomo Brian Wilhite ha trabajado en la investigación.) (Foto: L. Brian Stauffer) | |
---|
Los investigadores monitorizaron el brillo y estimaron la masa del agujero negro central para más de 2.500 cuásares, observados durante un periodo de cuatro años. Constataron que, a igual brillo, los cuásares con agujero negro de mayor masa son más variables que los que albergan un agujero de masa menor. Los cuásares con agujeros negros de mayor masa poseen más energía gravitatoria que puede potencialmente ser extraída, lo que se aprecia en la luz que emiten. Si dos cuásares tienen el mismo brillo, el que alberga el agujero negro de mayor masa es el menos eficaz en transformar en luz su energía gravitatoria. Los investigadores han comprobado que estos cuásares de menor eficacia presentan una variabilidad más notable en su resplandor. En ese sentido, la situación se parece a la de las bombillas: las que sufren más oscilaciones de brillo también suelen ser las menos eficaces en términos energéticos. Los resultados de este estudio marcan la primera vez que los cambios de luminosidad en los cuásares han sido relacionados con su eficiencia, y también podrían resultar útiles en ayudar a los astrónomos a descifrar la física subyacente que hace variar de modo tan salvaje el brillo de los cuásares. |
|