El pasado 9 de junio, la antena de espacio profundo que la Agencia Espacial Europea (ESA) tiene en Cebreros (Ávila) ya recogió señales de la misión Rosetta, cuya aproximación a Marte en la madrugada del sábado al domingo será controlada por el centro ESOC en Darmstad (Alemania).

Rosetta utilizará el impulso gravitatorio del Planeta Rojo para modificar su velocidad y su trayectoria en dirección a su próximo destino: la Tierra, que alcanzará el 13 de noviembre.

La sonda, que ya pasó junto a la Tierra el 4 de marzo de 2005, utiliza la técnica de "asistencia de gravitación" con secuencia de vuelos Tierra-Marte-Tierra para acumular la energía necesaria para llegar a su destino, ya que no existe un cohete lanzador capaz de enviarla directamente hasta el cometa Churyumov-Gerasimenko al que persigue.

Los controladores de la misión están preparados para esta delicada operación, que supondrá un importante hito en la misión.

La nave aprovechará su paso por Marte para recopilar información que complemente la recogida por la sonda Mars Express y llevar a cabo observaciones del planeta que ayuden a calibrar los instrumentos.

Esta cita "crítica" incluye un "eclipse" de 25 minutos, que no estaba previsto en su trayectoria original y para el que han sido cargadas las baterías durante la última semana, y un corte de las comunicaciones con la Tierra de 15 minutos.

Durante ese tiempo, los paneles solares de la sonda dejarán de recibir luz y todos los sistemas, salvo los esenciales, serán desactivados o pasarán a un modo de funcionamiento de bajo consumo de energía.

sonda Rosetta   Rosetta inició su viaje el 2 de marzo de 2004 y su misión es proporcionar información sobre los orígenes del Sistema Solar y las claves que permitan entender la aparición de la vida en la Tierra. En mayo de 2014, a una distancia de 675 millones de kilómetros del Sol, la sonda europea se encontrará con el cometa Churyumov-Gerasimenko. Por primera vez un instrumento humano estará cerca de un cometa, analizará los materiales que se encuentren a su alrededor y finalmente depositará un módulo de aterrizaje sobre la superficie del núcleo.