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La formulación de un problema, es más importante que su solución,

Albert Einstein(1879-1955)
Científico estadounidense de origen alemán.
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Hierro, la medida justa
 
 


Alrededor de 2000 millones de personas en el mundo tendrían deficiencia de hierro. Los niños pequeños y las embarazadas son los grupos de mayor riesgo. La insuficiencia de hierro durante la gestación y la primera etapa de vida produce retrasos en el desarrollo, pero su exceso también es perjudicial.

(CyTA-Instituto Leloir. Por Irene A. Maier (CIC) - Las células de nuestros órganos no funcionan correcta­mente si no les llega suficiente oxígeno. En su transporte desde los pulmones y posterior utilización, el hierro cumple un papel fundamental, lo que lo convierte en un micro­nu­triente esen­cial para nuestra salud física y mental.



La mayor parte del hierro corporal se encuentra en la "hemoglobina" de los glóbulos rojos, que a través de la sangre llevan el oxígeno a todos los rincones del organismo. Pero el hierro también forma parte de las membra­nas y proteí­nas de las células, *****­pliendo la función de oxigenarlas. Por ejemplo, en la muscu­la­tura integra una sustancia llamada "mioglo­bina", que permite que los múscu­los trabajen.



Carencias peligrosas



Un bajo consumo de hierro no sólo afecta la cantidad y calidad de glóbu­los rojos, provocan­do anemia; también puede deteriorar el sistema inmuno­ló­gi­co, la función repro­ductora y la capacidad de trabajo muscular y mental.



Además, si los bebés en gestación y los niños pequeños no reciben el aporte adecuado de este micronu­triente, sufren un retraso en su desarro­llo físico y cerebral que es trabajo­so revertir. "Por ello es fundamental que la madre llegue al embara­zo sin anemia y mantenga altas sus reservas de hierro durante los nueve meses de gestación, ya que esta condición es crucial para la futura salud de su hijo", explica el doctor en Medicina Horacio González, director del IDIP (Institu­to de Desarrollo e Investi­ga­ciones Pediátricas), que funciona en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata.



El investigador también enfatiza la importancia del estado nutri­cional del padre en el momento de la concepción: gran parte de los problemas congéni­tos de los bebés se deben a altera­ciones de los espermatozoi­des y una defi­ciencia de hierro produ­ce defectos en su ADN.



Estos problemas se agudizan en los sectores de menores recursos. El IDIP, que es un centro de investigación asociado a la Comi­sión de Investi­gaciones Cientí­ficas de la provincia de Buenos Aires (CIC) y auspicia­do por el Ministerio de Salud bonae­rense, está colaborando en el Plan Más Vida provincial. Una de sus intervenciones fue hacer el diagnósti­co inicial del estado nutricio­nal de una muestra de los beneficiarios del Plan.



Ni poco ni mucho



La principal fuente de hierro fácilmente asimilable por el organismo está en las carnes. Pero, para poder utilizar el hierro, el cuerpo necesita que haya un cierto nivel de una sustancia vitamínica, el ácido fólico. Este se encuentra también en la carne y en otros alimentos como legumbres, verduras de hoja verde oscuro, cereales integrales, germen de trigo, etc.



Desde 2004, en nuestro país se suplementan las harinas panificables con hierro y ácido fólico, una práctica que ha sido utilizada mucho éxito en Chile para reducir la anemia en los sectores carecientes. Estos agregados son inferio­res a las dosis máximas reco­mendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no representan riesgo de sobrepasarlas.



La precaución es importante, ya que ingerir hierro en grandes cantidades es perjudi­cial. El organismo guarda parte del exceso como reserva en compues­tos químicos, pero si se supera el límite de almacenaje queda hierro libre. Esto genera la forma­ción de radicales libres, sustancias que se unen fácil­mente a compo­nentes de las células, dañándolas. Entre otros efectos, los radicales libres pueden alterar el ADN y favorecer el desarrollo de enferme­dades cróni­cas.



Por ello, no es conveniente utilizar suplemen­tos dietarios sin supervi­sión médica, ya que contienen dosis elevadas de micronu­trientes, que pueden sobrepa­sar la dosis máxima diaria al sumarse a las ingeridas con las comidas.



Viernes, 23 Febrero, 2007 - 07:37
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