Unos astrónomos han comprobado que Encelado, la sexta luna más grande de Saturno, está espolvoreando las superficies de por lo menos otras 11 lunas del planeta con partículas de hielo escupidas en los chorros de sus géiseres. Esta "granizada" va puliendo el terreno de los otros satélites, creando en ellos superficies reflectantes que los hacen figurar entre los cuerpos más luminosos del sistema solar. Encelado, que es muy rico en hielo, es el cuerpo más reflectante de nuestro sistema planetario.
(NC&T)"Encelado está alterando constantemente las superficies de otras lunas que orbitan dentro de su bello remolino de partículas de hielo", explica Anne Verbiscer, científica del departamento de astronomía de la Universidad de Virginia, e investigadora principal del estudio. El anillo de partículas de hielo que Encelado forma alrededor de Saturno es conocido como el anillo E. Por lo menos otras 11 lunas orbitan dentro del anillo E y se encuentran constantemente sometidas a colisiones de alta velocidad con la estela helada generada por Encelado. Unos géiseres en el polo sur de Encelado hacen erupción continuamente, arrojando partículas de hielo que forman una compleja estela en la trayectoria de la luna. La estela se alarga hasta cubrir todo el recorrido de la órbita, lo que alimenta al grueso anillo de partículas. Así, éste se va abasteciendo de material con cada órbita completada por Encelado. Las partículas pueden persistir ahí durante miles de años, hasta que choquen con algún objeto, incluidas las lunas, y también el propio Encelado cuando éste orbita a través de sus propias emisiones. "Nos preguntábamos, ¿por qué esas otras lunas del anillo E son tan luminosas, aunque no son geológicamente activas como Encelado? La respuesta, como sabemos ahora, es que están siendo "pulidas", por así decirlo, por las partículas de hielo que arroja Encelado", explica Verbiscer. Se trata de un proceso físico en el que no se había reparado previamente. Encelado resulta de gran interés para los astrobiólogos, quienes creen que, en teoría, podría haber microorganismos primitivos en su subsuelo, debido a la presencia de agua líquida bajo la superficie de esa luna.  | | (El material de hielo procedente de Encelado se extiende por su órbita.) (Foto: NASA/JPL/Space Science Institute) | |
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Los astrónomos planetarios están particularmente interesados en Encelado debido a su actividad geológica. Con 505 kilómetros de diámetro, Encelado es casi siete veces más pequeño que la Luna de la Tierra. Pero a diferencia de nuestra luna, Encelado está cambiando continuamente con los chorros de sus géiseres de hielo y agua líquida, que son probablemente el resultado del calor y la presión existentes en sus profundidades. La superficie de Encelado es bastante joven, posiblemente de menos de 100 millones de años. Es la sexta luna más grande de las más de treinta conocidas que giran alrededor de Saturno. Debido a su superficie helada, Encelado tiene la superficie con el albedo (o índice de reflexión) más alto que cualquier otro cuerpo del sistema solar. El astrónomo William Herschel descubrió este satélite en 1789. La superficie de hielo del satélite incluye áreas de llanuras suaves, "fumarolas" de hielo (aberturas en el terreno helado por las que surge el material interno), y largas líneas de fracturas en su polo sur. Las fracturas son la fuente de los penachos de partículas de hielo expelidos por el cuerpo, que se van esparciendo a lo largo del trazado orbital de Encelado, y acumulándose allí, creando ese anillo, muy visible, alrededor de Saturno. |
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