Una nueva teoría para explicar las emisiones de rayos gamma de altas energías de las estrellas que se colapsan ha sido propuesta por un equipo internacional de investigadores.
(NC&T)Los estallidos de larga duración de rayos gamma (GRBs), descubiertos por primera vez en los años setenta, constituyen los eventos más explosivos del Universo. Averiguar lo que pasa durante estos fenómenos cataclísmicos constituye un gran desafío, en parte porque normalmente ocurren en el borde visible del universo, y en parte porque los estallidos, aunque sean "largos", no suelen durar más que unos pocos segundos. En sólo unos segundos, los estallidos de rayos gamma emiten tanta energía como la que habrá emitido el Sol después de diez mil millones de años de funcionamiento. Las observaciones acumuladas durante la última década han llevado a un acuerdo general de que por lo menos algunos GRBs marcan las últimas emisiones de una estrella gigante, instantes antes de su muerte como tal, cuando su centro se derrumba para formar un agujero negro. Hasta ahora, por regla general se pensaba que el agujero negro arrojaba un chorro de plasma (gas sumamente caliente) que se proyectaba hacia afuera a velocidad cercana a la de la luz. Esta teoría es cuestionada por un nuevo estudio dirigido por Pawan Kumar de la Universidad de Texas. Los científicos han especulado durante mucho tiempo con que la emisión de rayos gamma que observamos desde la Tierra proviene de las fluctuaciones en la velocidad del material arrojado. Los segmentos más rápidos y los más lentos del chorro chocan, por sus diferentes velocidades. Esas colisiones tienen como resultado la emisión de rayos gamma. Aunque este modelo del choque interior es la explicación normal, parte del supuesto de que el chorro esté formado por materia ordinaria, la misma clase de materia de la que nosotros estamos hechos. Ahora, sin embargo, Pawan Kumar y sus colegas han sembrado la duda sobre este modelo. En lugar de que el GRB sea generado por los choques interiores, las conclusiones del equipo de Kumar apuntan a que el chorro realmente es una poderosa emisión magnética que transporta grandes cantidades de energía fuera de la estrella que se colapsa.  | | (El satélite Swift.) (Foto: Spectrum y NASA E/PO, Sonoma State University, Aurore Simonnet) | |
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Usando datos del satélite Swift, el equipo del profesor Kumar ha analizado una muestra de 10 estallidos de rayos gamma que se registraron entre enero del 2005 y mayo del 2006. En cada caso, el Swift captó los rayos gamma, los rayos X y la luz visible inmediatamente después de que fueran descubiertas las explosiones. Tales observaciones de múltiples longitudes de onda son esenciales si los investigadores quieren tratar de averiguar lo que sucede después de finalizar el breve estallido, cuando el objeto de la fuente sólo sea perceptible en rayos X o en luz visible. El nuevo estudio revela el proceso físico responsable de la generación de esas emisiones de rayos gamma y la distancia del agujero negro donde se produce esta radiación. Las evidencias sugieren que los violentos fogonazos gamma están dominados por el campo magnético. Los datos indican que el chorro magnético degenera en rayos gamma. La interacción subsiguiente del chorro con el gas circundante produce un intenso calentamiento y esto a su vez provoca un resplandor que se observa en las longitudes de onda de los rayos X y la luz visible. |
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