Secciones
Foros Electrónica
Alguien dijo ...
No hay que llamar ciencia más que al conjunto de fórmulas que siempre tiene tanto éxito. Todo el resto es literatura.

Paul Valery(1871-1945).
Escritor francés.
Contacto
Al afrontar una prueba, las ratas chequean primero sus conocimientos
 
 


Unos investigadores han encontrado evidencias de que las ratas tienen la habilidad de la metacognición, es decir, que pueden poseer conocimiento sobre sus propios estados cognitivos. Esta habilidad, que también puede interpretarse como la capacidad para valorar o reflexionar sobre nuestros propios procesos mentales, era antes reconocida sólo en los seres humanos y otros primates.

(NC&T) El estudio ha sido realizado por Allison Foote y Jonathon Cristal de la Universidad de Georgia.

Valorar las habilidades metacognitivas en seres no humanos es difícil, debido a las posibilidades limitadas que los humanos, pese a nuestra tecnología, tenemos para comunicarnos con los animales en lo que a informaciones y conceptos abstractos se refiere. Pero en trabajos anteriores, la metacognición en los primates había sido demostrada con éxito gracias a la puesta en práctica de una técnica ingeniosa: Los animales se familiarizaban con un test que valoraba cierto tipo de conocimiento que ellos podían haber obtenido o no durante un "periodo de estudio" y después, se les daba la oportunidad de escoger hacer la prueba o rechazarla. Se les enseñaba que si elegían hacer la prueba y la aprobaban, recibirían una buena recompensa, pero si fracasaban, no recibirían nada. Rechazar la prueba significaba una pequeña recompensa. Por tanto, cuando se enfrentaban a la decisión de aceptar o rechazar la prueba, tenían, en principio, la oportunidad de sopesar la probabilidad de aprobar y recibir una recompensa generosa, o decidir si les convenía más rechazar la prueba y recibir una recompensa segura aunque pequeña.

En este nuevo trabajo, los investigadores utilizaron este enfoque para estudiar el conocimiento que tenían las ratas sobre la información que poseían. Durante la "fase de estudio" de los experimentos, se presentó a las ratas un ruido breve de corta duración (entre 2 y 3,6 segundos), o de larga duración (entre 4,4 y 8 segundos).

En la prueba siguiente, las ratas tenían que clasificar el ruido reciente como "corto" o "largo", una prueba relativamente fácil si el ruido estaba en un extremo o el otro, por ejemplo, hasta los 8 segundos, pero que se convertía en una elección complicada si el ruido tenía una longitud intermedia, por ejemplo, 4,4 segundos. Antes de realizar la prueba para determinar en qué categoría caía el sonido, a las ratas se les daba la opción de aceptarla o no, lo que hacían introduciendo su nariz en una de dos aberturas.

Si la rata optaba por rechazar la prueba, recibía una pequeña cantidad de alimento como recompensa. Si optaba por afrontar la prueba, se le presentaban a continuación dos palancas, una de las cuales ya era conocida por ella desde el entrenamiento previo y representaba la "corta duración", en tanto que la otra representaba la "larga duración". La selección de la palanca adecuada traía como consecuencia una recompensa generosa, mientras que una elección incorrecta significaba no recibir nada.

Dos líneas de evidencias derivadas de los experimentos indicaron que las ratas pueden juzgar si realmente tienen información suficiente para pasar la prueba. En primer lugar, los investigadores observaron que cuanto más difícil era la tarea de determinar si la duración del sonido lo hacía "corto" o "largo", con mayor frecuencia las ratas optaban por rechazar la prueba. Y en segundo lugar, la exactitud en la prueba descendía según aumentaba el grado de dificultad para diferenciar entre esas dos categorías de duración del ruido.


Miércoles, 04 Abril, 2007 - 10:10
Boletines
powered by phppowered by MySQLPOWERED BY APACHEPOWERED BY CentOS© 2004 - 2025Información Legalpoliticas de cookiesipv6 ready