Ciertos sistemas de estrellas dobles, llamadas también binarias, experimentan explosiones de gran magnitud y luego estallidos más pequeños, siguiendo un ciclo específico, según la información recogida por el satélite GALEX de la NASA y analizada por un equipo de astrónomos.
(NC&T) Los datos refuerzan una teoría de veinte años de antigüedad que sugiere que los sistemas de estrellas dobles experimentan ambos tipos de explosiones, en lugar de sólo uno o el otro. Ello también implica que los sistemas pasan por un ciclo con ambos tipos de explosiones, sufriendo pequeños fogonazos una vez cada pocas semanas, y experimentando explosiones gigantes una vez cada diez mil años aproximadamente. El descubrimiento se centra en un sistema binario llamado Z Camelopardalis (Z Cam). Los astrónomos saben desde hace mucho tiempo que Z Cam es un sistema binario cataclísmico que consta de una estrella colapsada muerta, o enana blanca, que absorbe la materia rica en hidrógeno de su compañera como un vampiro estelar. Los materiales así robados forman un disco de gas y polvo que orbita alrededor de la enana blanca. Los astrónomos dividen los sistemas binarios catastróficos en dos clases: las novas enanas que producen erupciones pequeñas, como "hipos", y las novas clásicas que sufren grandes explosiones. Las explosiones de las novas clásicas son de 10.000 a un millón de veces más luminosas que las de las novas enanas y dejan a su alrededor grandes cáscaras de gas expulsado como resultado del estallido. En el año 2003, Mark Seibert (de los Observatorios Carnegie) examinó las imágenes ultravioleta captadas por el GALEX durante su estudio de las galaxias cercanas. Se percató de la presencia de arcos y líneas característicos, nunca antes vistos, envolviendo a Z Cam, lo cual indicaba la presencia de una cáscara masiva, la evidencia de que la nova enana había sufrido hace algunos miles de años una explosión del tipo de las novas clásicas. Las huellas del cataclismo habían permanecido invisibles hasta este momento porque no pueden ser fácilmente detectadas en las longitudes de onda ópticas, pero sin embargo se ven fácilmente en las longitudes de onda del ultravioleta detectadas por el GALEX. "Los rasgos eran perfectamente reconocibles, pero teníamos que convencernos de que realmente estábamos viendo el remanente de una explosión de nova", explica Seibert. "Representaría el remanente de nova más grande conocido hasta ahora, pero resultaba chocante encontrarlo asociado con un sistema tan diminuto como el de una nova enana. Todos nos mostrábamos escépticos y nos ha tomado una cantidad considerable de tiempo y de esfuerzo comprobarlo".  | | (Imagen de Z Cam tomada por el GALEX, que muestra las emisiones difusas.) (Foto: NASA/JPL-Caltech) | |
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Otros miembros del equipo han confirmado que las estructuras descubiertas por el GALEX son ciertamente partes de una cáscara masiva de gas que envuelve a Z Cam. A unos 530 años-luz de la Tierra, Z Cam fue en una de las primeras novas enanas descubiertas. Durante décadas, sus observadores han contemplado el hipo del sistema, detectando sus explosiones regulares. El brillo se incrementa hasta unas 40 veces el normal cada 3 semanas, cuando una inestabilidad produce que parte del material atraído por la enana blanca, choque contra su superficie. La teoría sostiene que Z Cam y otras novas enanas recurrentes, con el paso del tiempo deben acumular suficiente materia y presión en sus discos giratorios de hidrógeno para activar las gigantescas explosiones propias de las novas clásicas. Pero no se había encontrado evidencia definitiva sobre esto hasta el descubrimiento de Seibert. Ahora, las nuevas imágenes son la evidencia más contundente a favor de la evolución cíclica de estas estrellas binarias. |
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