Analizar por separado los diversos tipos de lluvia en vez de como un único fenómeno es más importante de lo que se creía, pues cada tipo muestra unas tendencias concretas de cambio. Una nueva investigación al respecto así lo muestra.
(NC&T) En los últimos años, los noticieros se han estado llenando de noticias sobre eventos climáticos extremos: fuertes inundaciones en Asia Oriental, sequías prolongadas en África, destructivos huracanes como el Katrina, severas lluvias monzónicas en el Sur de Asia, y una histórica ola de calor en Europa. Los efectos de estas crisis del clima han sido devastadores, y su frecuencia va aparentemente en aumento. Teniendo en cuenta que los efectos de estos incrementos de lluvia resultan dañinos para mucha gente, los investigadores han planteado una pregunta importante en su debate interno: ¿se incrementan de manera mundial los eventos climáticos productores de lluvias? Y en ese caso, ¿existe alguna relación entre su incremento y el cambio climático? Para descubrir las tendencias globales de la lluvia a largo plazo, los científicos tienen que superar grandes desafíos. Dado que las dos terceras partes de la Tierra están cubiertas por los océanos, los valores estimados de la lluvia oceánica dependen de los sistemas de detección remota por satélite. Sin embargo, se sabe que esas estimaciones de los satélites tienen grandes incertidumbres, porque dependen de algoritmos derivados de suposiciones basadas en un conocimiento incompleto de la física de la lluvia. También, los registros a largo plazo de las lluvias pueden presentar problemas de consistencia, porque están formados a partir de la unión de los segmentos de sensores diferentes con lecturas tomadas en órbitas diferentes, y cada uno con sus propias características de medición.  | | (Un aguacero descarga sobre el océano Pacífico.) (Foto: NASA) | |
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Por consiguiente, la detección global a largo plazo de la lluvia ha sido considerada hasta ahora "una misión imposible". Sin embargo, la necesidad de saber si existe una tendencia al incremento de la lluvia es apremiante debido a lo mucho que perjudica a la población en todas partes. Un estudio de la NASA ha resuelto este problema empleando una nueva técnica, para confirmar que, como se sospechaba, las lluvias torrenciales en los trópicos están incrementándose. Los investigadores utilizaron una técnica basada en una medida de la probabilidad de que la lluvia cayera con una intensidad dada sobre un área determinada y por un período concreto de tiempo, por ejemplo, en todos los trópicos desde 1979 al 2003 para este estudio. Los autores calcularon las tendencias para cada nivel de intensidad de lluvia, desde las muy ligeras hasta las sumamente copiosas. La técnica es simple: en lugar de buscar las tendencias en la lluvia total, los científicos buscan las posibles señales de tales tendencias en las diferentes categorías de lluvia definidas por su intensidad. Esencialmente, lo que los investigadores han encontrado es que existe un cambio notable en la medida de la probabilidad de que la lluvia caiga con una intensidad dada, sobre un área determinada y durante un período concreto de tiempo, aunque la lluvia promedio no cambie mucho. |
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