Investigadores del MIT han creado un método barato que utiliza partículas de hidrogel para cribar millones de biomoléculas diferentes (ADN, proteínas, etc.) dentro de una sola muestra, una tecnología que podría hacer posible el desarrollo de diagnósticos clínicos mucho más fáciles de obtener.
(NC&T)El método desarrollado por Daniel Pregibon y Patrick Doyle, basado en diminutas partículas adaptables a cada caso, también podría usarse para la vigilancia de enfermedades, el descubrimiento de sustancias útiles como medicamentos, o la obtención de perfiles genéticos. Aunque las partículas son más delgadas que el grosor de un cabello humano, cada una posee una especie de código de barras para identificación, y una o más regiones de la sonda se vuelven fluorescentes cuando detectan blancos específicos en una muestra sometida al análisis. Empleando una nueva técnica sumamente versátil, los investigadores pueden producir una serie casi ilimitada de partículas para buscar ADN, ARN, proteínas y otras biomoléculas, en las muestras a analizar. Las partículas del MIT ofrecen una nueva manera de buscar blancos múltiples en una sola muestra. En el laboratorio, una técnica común (pero cara) capaz de hacer esto implica usar un micropanel plano con muchas sondas puntuales destinada cada una a detectar un blanco determinado. Los investigadores del MIT usan un planteamiento parecido, pero en vez de fijar los sensores sobre una superficie, los dejan flotar libremente en el medio. Con las diminutas partículas es mucho más fácil diseñar cada análisis biológico específico. Por ejemplo, es posible usar cien tipos distintos de partículas, y mezclarlas entre sí. El método de fabricación de las partículas que han desarrollado los investigadores les permite un control esmerado de la forma y las características químicas de las partículas. Cuando una mezcla de partículas es agregada a una muestra que debe ser analizada, las moléculas objetivo (ADN, proteínas, etc.) se pegarán a la región de las partículas que contiene la sonda correspondiente. Esta interacción puede detectarse por la fluorescencia, más luminosa cuando está presente mayor cantidad de la sustancia objetivo.  | | (Partículas para detectar biomoléculas de ADN.) (Foto: Daniel Pregibon) | |
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Para "leer" con rapidez las partículas, los investigadores diseñaron una especie de citómetro de flujo valiéndose de un dispositivo microfluídico y un microscopio estándar. En este sistema de flujo continuo, la forma oblonga y parecida a la de discos, que poseen las partículas, asegura que queden alineadas con precisión para así lograr su examen con la debida exactitud. Cada vez que una partícula fluye frente a un detector, se lee su código de barras y se obtiene la información sobre el objetivo correspondiente. Las micropartículas son baratas porque pueden producirse eficientemente en un solo paso. Su diseño también hace que los dispositivos para su examen sean más baratos. Con múltiples regiones diferentes, es posible leer los códigos de barras y la información sobre los blancos empleando fluorescencia de un solo color, lo que simplifica mucho la detección. También colaboró en este estudio Mehmet Toner, de la Academia Médica de Harvard. |
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