(NC&T)La nueva técnica, que todavía está en la etapa de desarrollo, permite maniobrar magnéticamente herramientas quirúrgicas laparoscópicas insertadas en la cavidad abdominal a través del ombligo o la garganta. El desafío consiste, sin embargo, en diseñar con el grado necesario de sofisticación los nuevos instrumentos y determinar cómo moverlos de forma precisa una vez que estén dentro del cuerpo humano.

El Dr. Jeffrey Cadeddu (Profesor de Urología y Radiología, y Director del Centro Clínico para el Tratamiento Mínimamente Invasivo del Cáncer Urológico) y su equipo de urólogos y cirujanos, en el Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas, trabajaron con ingenieros del Centro de Asistencia a la Industria y del Instituto de Investigación en Automatización y Robótica, en la Universidad de Texas en Arlington, para construir el prototipo.

El sistema utiliza un conjunto de imanes ubicados en el exterior del abdomen, para atraer a otros imanes unidos a instrumentos laparoscópicos dentro del abdomen. Los cirujanos entonces pueden mover los imanes exteriores con el fin de hacer mover una videocámara interna hasta posicionarla en el mejor punto para ver lo que deseen observar, o bien con el fin de guiar desde fuera un instrumento quirúrgico interno. Una vez que se encuentran en la posición óptima, los instrumentos pueden ser mantenidos en el lugar. Todo esto permite un grado mucho mayor de maniobrabilidad, y el equipo quirúrgico puede recolocar con facilidad la videocámara o el instrumento en otros lugares.

(Jeffrey Cadeddu y Richard Bergs muestran el sistema magnético.) (Foto: UT Southwestern) En estudios con animales, los cirujanos han podido extirpar con éxito un riñón usando el sistema magnético de guía y anclaje. La cirugía laparoscópica actual requiere de cuatro o cinco agujeros. La pregunta clave es: ¿Pueden los científicos hacer una cirugía a través de un solo agujero, y pueden ocultarlo en una ubicación lo menos visible o dolorosa posible? Los autores de este estudio han llegado a la conclusión de que ello es viable. La capacidad de reducir el número de agujeros necesarios para una cirugía laparoscópica tiene un gran potencial para revolucionar la práctica quirúrgica, aunque es necesario obtener más experiencia con el uso de este nuevo sistema, y, debido a su alto grado de maniobrabilidad, probablemente los cirujanos necesitarán desarrollar nuevas técnicas de intervención.