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La ciencia rivaliza con la mitología en milagros.

Ralph Waldo Emerson(1803-1882).
Escritor y poeta estadounidense.
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Algas comunes ayudan a ilustrar la circuiteria electrica cerebral de los mamiferos
 
 


Investigadores en el Centro Médico de la Universidad Duke, el Instituto Médico Howard Hughes, y la Universidad de Stanford, han creado por ingeniería genética una cepa de ratones cuyas neuronas cerebrales olfatorias "se encienden" cuando son expuestas a la luz. Esto se logró insertando en las células un gen existente en las algas verdes, que se activa cuando es expuesto a la luz, y que permite que las algas puedan nadar hacia esa luz.

(NC&T) Cuando los investigadores irradiaron luz sobre las áreas del cerebro involucradas en el olfato, pudieron seguir en tiempo real cuáles estaban reaccionando y a dónde fueron las señales.

Este modelo animal y sus variantes futuras marcan el primer empleo de la activación por luz producida genéticamente en el estudio de cerebros mamíferos intactos, y los investigadores creen que este avance en la cartografía de los circuitos nerviosos representará para la neurología algo equivalente en importancia a lo que ha supuesto para la ciencia genómica la tecnología que permite a los científicos investigar miles de genes de una vez buscando grupos que pueden estar involucrados en una enfermedad.

Aunque existen muchos enfoques para estudiar cómo diferentes células nerviosas en el cerebro reaccionan a estímulos ambientales, este modelo animal es el primero en ser capaz de aportar una cartografía en tiempo real de la circuitería del cerebro en un mamífero vivo intacto.

El gen sensible a la luz en el ratón fue tomado del microorganismo acuático Chlamydomonas reinhardtii, el cual, como una planta, necesita de la luz solar para realizar la fotosíntesis. Pequeñas estructuras similares a cabellos en el exterior del alga la impulsan hacia la luz. Estas estructuras están controladas por la canalrodopsina-2, que reacciona a la luz estimulando el movimiento hacia ella.

Aunque los investigadores habían empleado con anterioridad la canalrodopsina-2 en varios experimentos en cultivos celulares, los experimentos en la Universidad Duke marcan la primera vez en que el gen controlador de su acción ha sido insertado en la constitución genética de un mamífero vivo.

Los investigadores decidieron probar en el ratón primeramente el sentido del olfato, debido a que éste no sólo envuelve complejos circuitos neurales, sino que tiene también un componente conductual.

Aún cuando estos experimentos aportan nuevos datos sobre las características internas del sistema olfativo, su mayor logro es que demuestran que este nuevo modelo puede ser empleado para estudiar una amplia variedad de cuestiones acerca del cerebro.


Jueves, 17 Mayo, 2007 - 12:34
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