La civilización prehispánica que se desarrolló en Tajín, en el Golfo de México, desapareció en el año 1150 de nuestra era, posiblemente afectada por una inundación de grandes proporciones, según una hipótesis planteada hoy por un arqueólogo.
De la civilización totonaca del Tajín se conservan gran parte de sus edificaciones, como la pirámide de "Los nichos", que junto con el sitio arqueológico es patrimonio de la humanidad.
Para el experto estadounidense Jeffrey Wilkerson, la inundación no necesariamente tuvo que acabar con los edificios de El Tajín, pero sí con sus habitantes, que desarrollaron la civilización entre el 800 y el 1150 de nuestra era.
Wilkerson, quien participó en las jornadas académicas en torno a El Tajín que se realizaron en el Museo Nacional de Antropología de la capital mexicana, cree que esa inundación fue tres veces más grande que la ocurrida a consecuencia del paso del huracán "Wilma" por la zona en 1999.
Explicó que las inundaciones ocasionaban que las zonas de riego se perdieran y que la gente no se pudiera reunir, "por tanto no tenían defensas contra sus enemigos, y de esa forma era muy difícil mantener esa civilización".
 | | Pirámide de los Nichos ( Photo shot by Frank C. Müller) | |
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"No estoy diciendo que todo se inundó y se fue al mar, sino que las presiones sociales, políticas y económicas que ocurren con esos eventos son tan catastróficas como el agua", dijo el especialista, quien dirige el Instituto para la Ecología Cultural de los Trópicos en Veracruz, donde está ubicado El Tajín.
Los supervivientes a la inundación del Tajín construyeron posteriormente tres ciudades fortificadas en lo alto de los cerros, a 50 kilómetros del lugar.
El Tajín fue una capital totonaca que dominaba gran parte de la zona norte de la costa del Golfo de México, su influencia en la arquitectura, el arte y el juego de pelota se extendieron en gran parte de Mesoamérica, región que abarca desde el centro de México hasta Panamá.
El arqueólogo presentó en su ponencia el documental "La civilización inundada", en la que muestra su experiencia con las inundaciones ocasionadas por el huracán Wilma, donde perdió gran parte de su investigación, que había desarrollado en los últimos 36 años. EFE |
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