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Para las personas creyentes, Dios esta al principio. Para los científicos está el final de todas sus reflexiones,

Max Planck(1858-1947)
Físico alemán
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Olvidar cosas nos ayuda a recordar las que son mas importantes
 
 


Utilizando imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional (fMRI por sus siglas en inglés), unos investigadores han descubierto que la habilidad del cerebro humano para suprimir los recuerdos irrelevantes nos facilita que recordemos lo realmente importante.

(NC&T) El estudio ha sido realizado por Anthony Wagner, Brice Kuhl, Nicole Dudukovic e Itamar Kahn, en la Universidad de Stanford.

Según ellos, la habilidad del cerebro para debilitar los recuerdos y las experiencias de poco interés le permiten poder funcionar más eficazmente en el futuro.

El cerebro es adaptable, y una de sus características no consiste sólo en que fortalece algunos recuerdos sino también en que suprime o debilita otros.

Esta función, ejecutada en la región de la corteza prefrontal, ayuda al cerebro de manera que en el futuro le permita no tener que trabajar tanto cuando intente evocar un recuerdo importante, porque la competencia de los recuerdos no pertinentes se ha debilitado. Es una propiedad fundamental de nuestro sistema de memoria el que los recuerdos puedan cambiar en ambas direcciones, fortaleciéndose o debilitándose. Esta propiedad es muy beneficiosa, al permitir que el cerebro aproveche mejor sus recursos de computación.

La memoria permite a los humanos ser capaces de pronosticar qué cosas es más probable que nos resulten relevantes según avanza nuestra vida. Lo que logramos al olvidar, es permitir que el acto de predicción ocurra mucho más automáticamente, porque se ha librado de la competencia de las predicciones menos importantes. Esto es muy beneficioso para el sistema de procesamiento neuronal de la información.

Para recordar necesitamos un juego de mecanismos que nos permiten seleccionar y dirigirnos al recuerdo que constituye nuestro objetivo, sin el estorbo de los recuerdos irrelevantes. Así, al principio, cualquier acto de evocación tiene las mismas características de utilización intensiva de recursos y plantea fuertes demandas sobre los mecanismos de atención de la corteza prefrontal. Pero cuando se suprime con éxito la competencia de los recuerdos insignificantes, hay menores exigencias en los lóbulos frontales para rememorar los recuerdos pertinentes.

En la vida cotidiana, los recuerdos compiten entre sí. Por ejemplo, un banco puede requerir que sus clientes cambien sus contraseñas cada seis meses por razones de seguridad. Inicialmente un cliente tiene sólo una contraseña que recordar. Pero cuando se introduce una nueva contraseña, los esfuerzos de esa persona por recordarla compiten con su recuerdo de la contraseña anterior, ahora un recuerdo inútil, y los mecanismos de la corteza prefrontal tienen que trabajar duro para resolver cuál recordar. En el futuro, cuando esos mecanismos del cerebro debiliten la contraseña vieja, ya no tendrán que ser utilizados tantos esfuerzos para recordar la nueva contraseña. Desde el punto de vista neuronal, olvidarse de la contraseña vieja hace al cerebro más eficiente. Con la ayuda de la fMRI, los psicólogos demostraron este beneficio en su experimento.


Miércoles, 04 Julio, 2007 - 12:13
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