En un estudio de cuatro años, un equipo de investigación internacional ha observado la primera evidencia de que la capacidad del Océano Antártico para absorber el principal gas de efecto invernadero, el dióxido de carbono, se ha debilitado en alrededor del 15 por ciento por década desde 1981.
(NC&T) La conclusión de los autores del estudio frente a este preocupante hallazgo es que el Océano Antártico será menos eficiente como sumidero de dióxido de carbono en el futuro, y que este debilitamiento se debe a actividades antropogénicas (provocadas por los seres humanos). Tal debilitamiento en uno de los mayores sumideros de dióxido de carbono en el planeta conducirá a niveles atmosféricos de CO2 más elevados a largo plazo. El equipo internacional comprendió a investigadores del CSIRO en Australia, el Instituto Max Planck en Alemania, la Universidad de East Anglia y el BAS (British Antarctic Survey) en el Reino Unido, el Laboratorio de Monitorización y Diagnóstico del Clima en Estados Unidos, el NIWA en Nueva Zelanda, el Servicio Meteorológico de Sudáfrica, el LSCE/IPSL y el CNRS en Francia, y el Centro para Estudios Atmosféricos y Oceánicos en Japón.El equipo empleó observaciones de 40 estaciones distintas.  | | (Una estación de análisis de la polución del aire en Cape Grim.) (Foto: CSIRO) | |
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Según los resultados de este estudio, el Océano Antártico se está volviendo menos eficiente en la absorción del dióxido de carbono debido a un incremento en la fuerza de los vientos sobre el océano, un efecto causado por el cambio climático inducido por el hombre. Este incremento en la fuerza del viento se debe a una combinación de mayores niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera y la disminución a largo plazo del ozono en la estratosfera, lo que según investigaciones anteriores del CSIRO ha demostrado intensificar las tormentas sobre el Océano Antártico. Los vientos intensificados influyen en procesos de mezcla y de circulación de aguas desde las profundidades hacia la superficie marina, lo que a su vez causa una mayor liberación de dióxido de carbono hacia la atmósfera, reduciendo la absorción neta de éste en el océano. Juntas, la superficie terrestre y la oceánica absorben alrededor de la mitad de las emisiones de este gas provenientes de las actividades humanas. El océano Antártico absorbe el 15 por ciento de estas emisiones; por tal razón una reducción en su eficiencia tendrá implicaciones muy serias para las concentraciones atmosféricas de este gas de efecto invernadero en las décadas futuras. |
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