Un equipo de investigadores ha encontrado que una hormona crucial permite a ratones desnutridos alterar su metabolismo e "hibernar" para conservar energía. El hallazgo revela un nuevo blanco molecular para tratar la obesidad humana y otros trastornos metabólicos.
(NC&T) Especialistas del Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas, describen por vez primera los efectos anti-hambre de la hormona, llamada FGF21. La FGF21, activada en ratones hambrientos por un receptor celular específico que controla el uso de grasa como energía, produce un cambio metabólico para quemar grasas almacenadas en lugar de carbohidratos, e induce un estado parecido al de la hibernación, con disminución de la temperatura corporal y la actividad física, para promover la supervivencia. Los investigadores esperan manipular esta vía de señalización del receptor hormonal para producir una nueva generación de fármacos que combatan la obesidad humana y otras alteraciones metabólicas. Los mamíferos hambrientos normalmente cambian su fuente principal de combustible, carbohidratos, a la secundaria, grasas almacenadas, a fin de sobrevivir durante períodos de inanición. Algunos mamíferos también entran en un estado parecido al de la hibernación, con hipotermia regulada, conocido como letargo, que conserva la energía. El mecanismo molecular que dirige esa reacción ante la inanición no se conocía. Para entender mejor cómo se inicia este proceso, los investigadores examinaron posibles indicios moleculares e interacciones celulares que intervienen en la inanición y el ayuno. Se centraron en un receptor nuclear (una proteína que activa y desactiva genes) llamado PPAR-alfa, que controla el uso de grasa como fuente de energía. Los ratones famélicos sin PPAR-alfa se vuelven rápidamente hipoglicémicos y mueren. Analizando el impacto molecular del PPAR-alfa en ratones, los investigadores encontraron que estimula la producción de FGF21, un miembro de una familia de hormonas que disminuyen los niveles de glucosa sanguínea en ratones diabéticos y obesos.  | | (El Dr. Steven Kliewer ha participado en la investigación.) (Foto: UTSMC) | |
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La FGF21, a su vez, estimula el uso como fuente de energía de grasas almacenadas, y causa letargo. En ratones alimentados correctamente, la FGF21 no suele estar activa; sin embargo, cuando los investigadores introdujeron FGF21 en estos ratones, su metabolismo se alteró. Cuando los ratones recibieron esta hormona, su metabolismo se comportaba en ciertos aspectos como el de un ratón desnutrido, incluso justo después de que acabasen de comer. Se sabe que el consumo limitado de alimentos tiene varios efectos beneficiosos, como reducir los niveles de presión sanguínea, colesterol y glucosa. Por ello, los investigadores quieren averiguar cómo exactamente la FGF21 influye en estos procesos. Desean ver si es posible obtener algunos de los beneficios que proporciona el comer poco, sin tener que reducir realmente el consumo de comida. Un buen modo de lograrlo podría ser manipular la vía de señalización PPAR-alfa - FGF21. La estrategia podría acabar resultando una parte vital del trabajo de investigación que últimamente se viene realizando con el objetivo de desarrollar nuevas terapias para combatir la obesidad humana y otras alteraciones metabólicas. |
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