Campos magnéticos creados mediante nanotecnología podrían lograr computadoras con una potencia 500 veces mayor que la hoy permitida por la tecnología convencional, si una nueva investigación en curso tiene éxito.
(NC&T) La Universidad de Bath está al frente de un proyecto internacional de tres años de duración para desarrollar un sistema que podría disminuir la necesidad del cableado para llevar las corrientes eléctricas a los chips de silicio. Los ordenadores duplican su potencia cada 18 meses aproximadamente, a medida que los científicos e ingenieros desarrollan tecnologías para hacer más pequeños a los chips de silicio. Pero en los próximos años se llegará a un límite impuesto por la necesidad de usar cableado eléctrico, que debilita las señales enviadas a alta velocidad entre los componentes del ordenador. El nuevo proyecto de investigación podría encontrar una manera de conducir las señales eléctricas sin necesidad de utilizar cables. Los sistemas Wifi de Internet y los teléfonos móviles ya utilizan la tecnología inalámbrica, pero la electrónica que crea y usa esas señales inalámbricas es demasiado grande para ser usada con éxito dentro de microchips individuales. El proyecto de investigación, que involucra a cuatro universidades del Reino Unido, y una universidad y un centro de investigaciones en Bélgica y Francia, buscará el modo de producir energía de microondas a pequeña escala, disparando electrones dentro de los campos magnéticos producidos en semiconductores que son de sólo unos átomos de espesor y están recubiertos con láminas imantadas. El proceso, denominado resonancia inversa del espín del electrón, usa el campo magnético para desviar los electrones y modificar su dirección magnética. Esto crea oscilaciones de los electrones que los hacen producir energía en forma de microondas. Este efecto puede usarse para transmitir señales eléctricas en el espacio libre, sin el debilitamiento causado por los cables. Si esta investigación tiene éxito, podrían hacerse realidad computadoras con semiconductores inalámbricos entre cinco y diez años después del fin del proyecto. Entonces, los ordenadores podrían funcionar entre 200 y 500 veces más deprisa y sin embargo ser del mismo tamaño. Esta investigación también puede mejorar la exactitud y velocidad del diagnóstico médico, recogiendo los datos de sensores de monitorización de la salud. Los emisores de microondas son lo bastante pequeños para ser integrados en sensores biológicos portátiles que suministrarían información sobre los procesos biológicos defectuosos. Esta tecnología también permitirá la creación de circuitos integrados que continúen operando de modo apropiado aún cuando fallen algunas de sus conexiones, ya que el sistema puede ser programado para redirigir las señales y que pueda continuar en funcionamiento. En la actualidad, un fallo en un cable de conexión puede poner fuera de servicio a un circuito. |
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