(NC&T) Maysam Ghovanloo, profesor de ingeniería eléctrica y computación en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, ha desarrollado el innovador sistema de activación por lengua, una interfaz que promete ser la próxima generación de dispositivos de asistencia para las personas con invalidez severa, como la producida por lesiones de la médula espinal o por enfermedades degenerativas. La tecnología se aprovecha de los adelantos en la microelectrónica, los sensores miniaturizados y los dispositivos inalámbricos.

            Consta de tres elementos esenciales: un diminuto imán permanente del tamaño de un grano de arroz, recubierto de oro o platino, y que puede ser implantado en la lengua a modo de piercing; un juego de sensores magnéticos diminutos sujetos en dientes de la mandíbula superior o de la inferior mediante un dispositivo parecido a un aparato de ortodoncia; y una unidad de control.

            La unidad de control comprende el circuito de la interfaz del sensor, el transmisor inalámbrico, y un par de pilas como las de los relojes de pulsera, contenidas en un paquete sellado diseñado expresamente, con dimensiones de una moneda, que descansa bajo la lengua.

            El Sistema de Activación por Lengua se basa en la gran flexibilidad, capacidad de manipulación y diversidad de movimientos que posee la lengua. El área especializada de la lengua en la corteza motora del cerebro humano rivaliza con la de los dedos. Más importante aún: se conecta al cerebro a través del nervio hipogloso, que normalmente escapa a los daños severos provocados en las lesiones de médula espinal.

(Maysam Ghovanloo.) (Foto: NC State University)   El sistema de Activación por Lengua proporciona capacidades notables sin procedimientos invasivos y sin recurrir a una instalación eléctrica externa u otros componentes poco atractivos visualmente.             El sistema usa la transmisión inalámbrica para comunicarse con un PDA básico (un asistente personal digital) o un ordenador cercano que use la tecnología Bluetooth o Wi-Fi. El equipo de Ghovanloo ha desarrollado el software para descodificar las señales de los sensores de la boca, traducirlas en órdenes ejecutables, y comunicar esas órdenes al dispositivo especificado, como un ordenador, una silla de ruedas eléctrica, el teléfono o el televisor. Empleando la lengua de modo muy semejante a como se utiliza el ratón de un ordenador, el usuario puede mover el puntero y dar órdenes complejas.             Ghovanloo colabora con Elaine Rohlik y con Pat O'Brian, del Hospital de Rehabilitación WakeMed en Raleigh, para probar los prototipos del sistema. El Hospital de Rehabilitación WakeMed se especializa en la rehabilitación de pacientes con lesiones de la médula espinal, del cerebro, y las provocadas por derrames cerebrales y enfermedades neuromusculares.