 | | (Fibra óptica.) (Foto: Neil Baril) | |
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Badding y sus colegas, junto con Pier Sazio (del Centro de Investigaciones Optoelectrónicas de la Universidad de Southampton en el Reino Unido), parecen haber esquivado el problema de la conversión OEO (óptico-eléctrico-óptico), recurriendo a una solución OOO (en la que todo se realiza de manera óptica). Su logro se basa en un proceso para alojar los materiales semiconductores dentro de la fibra óptica, lo que básicamente se consigue insertando el hardware de conmutación y modulación dentro del tubo de cristal flexible de un espesor aproximado parecido al del hilo de una caña de pescar. Este proceso abre un nuevo abanico de aplicaciones para estas fibras. Especialmente importante es la posibilidad de combinar funciones ópticas y electrónicas dentro de los mismos dispositivos de fibra. El proceso puede revolucionar las telecomunicaciones y llevar algún día a la computación óptica, un sueño de muchos ingenieros por su velocidad fenomenal y por la posibilidad de conectar ordenadores directamente a fibras ópticas sin el procesamiento electrónico actual de las señales. En esa meta final que es la computación óptica, en lugar de usar los electrones para procesar la información, se utilizarían los fotones. Eso todavía está lejano en el tiempo, pero resulta previsible que se acabará llegando a un nivel de progreso tecnológico en el que la electrónica será reemplazada por la óptica. |