Los nuevos robots humanoides japoneses podrán servir el té a los humanos y lavar las tazas. Pero lo más difícil será, según investigadores nipones, enseñarles a sacar fruto de sus errores, para que no rompan más de una vez la vajilla.
Una unidad de investigación de la universidad de Tokio ha presentado una nueva versión de robot de asistencia en domicilios, el HRP-2W, capaz de adaptarse a los gestos de su dueño para crearle el medio ambiente más agradable. Sin embargo, la máquina aún no es capaz de mejorar su propio comportamiento.
Demostración ante la prensa
Durante una exhibición ante los periodistas, el profesor Tomomasa Sato se ha hecho servir de forma improvisada una taza de té por un HRP-2W. El humanoide obedecía al científico interpretando los movimientos de un dedo y los ojos.
Sato ha pretendido demostrar así que los robots serán capaces en lo sucesivo de comprender los gestos y las voces de los humanos y de actuar en consecuencia. "No hay guión cinematográfico de movimientos predefinido en esta demostración", ha aclarado el profesor mientras saboreaba el té.
Dominar los sucesos imprevistos
No obstante, la etapa siguiente será la de enseñar a los robots a gestionar los sucesos imprevistos, como la rotura de una taza, según ha explicado el director del equipo de investigación sobre técnicas humanoides, Masayuki Inaba.
"Tendrán que memorizar las informaciones extraídas de las diferentes situaciones en las que se encuentren para anticiparse y aprender a discernir estableciendo los lazos entre los efectos y las causas", ha añadido.
Los numerosos equipos de investigación trabajan en Japón sobre el desarrollo de robots de asistencia doméstica, ya que consideran que en el futuro faltará mano de obra humana y no podrá responder a las necesidades crecientes de ayudas a las personas mayores y a los niños. |
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