“El escarabajo verde” alerta esta semana del peligro que corren los palmerales españoles de todo el arco mediterráneo, Baleares y Canarias, y que tiene un protagonista; el escarabajo picudo rojo, un pequeño “depredador” que ha puesto en peligro el mismísimo palmeral de Elche.
El rhynchophorus ferrugineus o picudo rojo es un escarabajo procedente del sudeste asiático, que pasó a Egipto y luego a España dentro de palmeras importadas hace quince años. Desde entonces, este insecto se ha reproducido en España: la fase dañina es la larvaria, en la que devora el tronco del árbol por dentro, mientras que en la fase adulta se reproduce propagando la “enfermedad”. El palmeral más excepcional de Europa, el de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, corre peligro de desaparecer a pesar de las advertencias y de los años que han transcurrido desde que se detectó la plaga. El picudo rojo se ha encontrado este verano en ese palmeral urbano, herencia de los árabes. Con él puede morir la tradición de la palma blanca del Domingo de Ramos, negocio de los mayores viveristas europeos y un importante reclamo turístico para la ciudad alicantina. Mientras se va cerrando el cerco al picudo rojo en las zonas infestadas y se sigue investigando para mejorar los tratamientos, los expertos aconsejan cerrar las fronteras de la UE a todas las palmeras de cualquier zona infestada. Las medidas de Bruselas, Madrid y las Administraciones Autonómicas no son suficientes: la exigencia de un pasaporte fitosanitario que acredita tratamientos y cuarentena para importar o mover palmeras de zonas infestadas se ha demostrado hasta ahora insuficiente. A la ineficacia de la Administración se une el egoísmo de algunos viveristas que aplican el “pan para hoy...” y están condenando a muerte a las palmeras. Un reportaje de Josep Ramon Giménez
Imagen y sonido: Roberto Monseco
Montaje: Cisco Coma |
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