Madrid - Expertos en el campo de la comunicación audiovisual reivindicaron hoy una televisión pública potente para afrontar la era digital, con un paquete de canales atractivos y servicios abiertos para los ciudadanos.
El catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Complutense de Madrid, Enrique Bustamante, miembro del comité para la reforma de los medios públicos, y el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales, expusieron a Efe sus opiniones en el 50 aniversario del nacimiento de este medio.
Bustamante señaló que la televisión "se ha convertido en una máquina de entretenimiento de una expansión impresionante, como ningún pionero soñó", pero asegura que "no hay ninguna edad de oro que celebrar".
Constituye una "asignatura pendiente" de la democracia española, y adolece de un "grave déficit que nos separa de otros grandes países europeos occidentales", opinó.
Los intentos que se han producido en España para crear una televisión de "servicio público" no han resultado afortunados ya que, a su juicio, "jamás ha conseguido la autonomía de los gobiernos y de los partidos políticos y una financiación independiente".
Sostuvo Bustamante que "hay una hipoteca del franquismo", que llega a través de la Transición y se mantiene después, sobre los sucesivos gobiernos de distintos partidos políticos -UCD, PSOE y PP-, que vieron nacer la televisión pública en un régimen autoritario y la siguieron concibiendo como un elemento de "propaganda y control".
Bustamante cree que la nueva ley de RTVE supondrá un "salto cualitativo importante" para avanzar en la independencia de este grupo de comunicación.
Se mostró optimista respecto al futuro, al considerar que España necesita un servicio público, tanto de radio como de televisión, para afrontar la era digital, "cuando en 10 ó 15 años se produzca un estallido de canales temáticos y sea necesario ofrecer a la población elementos básicos de información y entretenimiento".
En su análisis, Alejandro Perales opinó que la televisión pública en España se asemejó, durante el monopolio, a sus homólogas europeas, con la diferencia de la falta de libertad y la Dictadura.
En sus comienzos, la televisión estatal se concibió como un instrumento de información y formación del ciudadano, con programas culturales, novelas sobre grandes obras literarias, piezas de teatro, concursos centrados en el saber y una oferta de ocio basada en variedades, explicó este experto.
A su juicio, este modelo televisivo entró ligeramente en crisis con las cadenas autonómicas, pero fundamentalmente, con las privadas, a principios de los 90, ya que aparecen la competencia y las audiencias más fragmentadas.
Perales considera que el problema de la televisión pública en España radica en su modelo de financiación comercial, ya que obtiene el 90 por ciento de sus ingresos de "vender espectadores en el mercado de los anunciantes", entrando en competencia "desleal" con las privadas y perdiendo la legitimación de sus homólogas europeas, con un perfil comercial muy diluido.
El futuro es la era digital que, según el presidente de la AUC, se vislumbra con una competencia feroz, una multiplicación de la oferta televisiva y una atomización de las audiencias.
En los próximos años, pronosticó, las privadas van a acabar siendo de pago, mientras que la televisión pública tiene que convertirse en la única instancia generalista, abierta, gratuita, plural, que llegue a todos los públicos y cohesione a la sociedad.
En el ámbito digital, Perales defendió la existencia de uno o dos canales dedicados a la información, a los diferentes segmentos de población, a la innovación, a la búsqueda de nuevos formatos y programas, dejando los resultados de audiencia y la rentabilidad en un segundo plano frente a los beneficios sociales. |