El modelo de corrientes marítimas atlánticas que nos es familiar, caracterizado por una discreta "banda transportadora" de aguas profundas y frías fluyendo hacia el sur desde el Mar del Labrador, es probablemente erróneo según los resultados de un nuevo estudio.
(NC&T) En la investigación, dirigida por especialistas de la Universidad Duke y del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, se empleó una flota de sofisticados flotadores sumergibles, para mostrar que la mayor parte de esta agua, que procede del área marítima ubicada entre Terranova y Groenlandia, se desvía generalmente hacia el este cuando, en su circulación hacia el sur llega tan lejos como a Massachusetts. Desde allí se dispersa hacia las profundidades de maneras complejas, que resultan difíciles de rastrear.
Un modelo, desarrollado inicialmente hace cincuenta años, sobre las corrientes oceánicas, indicaba que este flujo submarino de agua fría dirigida hacia el sur forma un bucle constante con el flujo superficial de agua cálida dirigido hacia el norte y conocido como la Corriente del Golfo.
"Todos pensaron siempre que este flujo profundo operaba como una cinta transportadora, pero lo que planteamos ahora es que ese concepto ya no se sostiene", explica la oceanógrafa Susan Lozier, de la Universidad Duke, coautora del estudio. "Así que va a ser más difícil medir las señales de cambio climático en las profundidades del océano".
Y, debido a que las frías aguas del Labrador están consideradas como un factor que influye en el cambio climático antropogénico, y hasta quizás que lo modera, este hallazgo podría afectar a los pronósticos sobre el calentamiento global realizados por los meteorólogos.
"Para aprender más sobre cómo las profundas aguas frías se propagan, necesitaremos hacer más mediciones a gran profundidad mar adentro, no sólo cerca de la costa donde pensábamos previamente que estaba confinada el agua fría", explica Amy Bower del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, coautora del estudio.
-ENLACES A INFORMACION SUPLEMENTARIA EN INTERNET: http://www.dukenews.duke.edu/2009/05/conveyor.html
|